Este deporte en el que se alcanzan altas velocidades, exige buenos reflejos y equilibrio.
El esquí acuático es un deporte de aventura que combina el esquí y el surf en el que los esquiadores, agarrados a una cuerda, se deslizan sobre el agua tirados por lanchas motoras que navegan a una velocidad de más de 50 kilómetros por hora. Ralph Samuel lo inventó en 1922, aunque se hizo verdaderamente popular en los años 50 del siglo pasado, cuando aparecieron los principales avances en el material, como los trajes de neopreno y las lanchas más potentes.
Este deporte consigue fortalecer todo el cuerpo, con especial incidencia en las extremidades y exige buenos reflejos y equilibrio. Fue deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 y tiene diferentes modalidades: el esquí clásico, dividido en cuatro submodalidades, eslalon, figuras, saltos y combinada; el esquí acuático sobre tabla, también con sus disciplinas, wakeskate (monopatinaje) y wakesur (surfnáutico); carreras y esquí descalzo.
En este último, el esquiador se desplaza sin esquís aunque sí se pueden utilizar los esquís de zapato, que son mucho más cortos que los convencionales o un tipo de platillos circulares que tienen en torno a un metro de diámetro. Respecto al esquí clásico, en el eslalon, la lancha se desplaza en línea recta por el centro de una pista en la que hay dispuestas una serie de boyas que el deportista debe pasar en zigzag mientras se va aumentando la velocidad.
En el salto, por su parte, se pasa con dos esquís por una rampa de fibra de vidrio. Para las figuras se utiliza solo un esquí más ancho y se trata de realizar el mayor número de acrobacias en 20 segundos de ida y otros tantos de vuelta. Para terminar, la combinada une los tres tipos anteriores.
Las modalidades sobre tabla son las que, como el snowboard, se realizan sobre una sola tabla en lugar de los tradicionales esquís. Además de los elementos para deslizarse, el equipamiento necesario incluye chaleco salvavidas y el palonnier, es decir el asa y la cuerda de naylon trenzado a la que se agarra el esquiador. También es opcional el uso de casco, guantes o traje de neopreno.
Beneficios
Crea adherencia: Al tratarse de una actividad con numerosas variaciones favorece el hábito del deporte.
Libera tensiones: Exige concentración en la actividad y esfuerzo físico por lo que favorece la liberación de tensiones del cuerpo y de la mente.
Aumenta la fuerza: Su práctica habitual mejora la fuerza de brazos y piernas que realizan un esfuerzo extraordinario pero también del core, ya que su tonificación es imprescindible para mantener el equilibrio.
Mejora lo reflejos: La atención, los cambios de dirección y el medio acuático intensifican la alerta y ayuda a mejorar los reflejos.
Incrementa el equilibrio: Se trata de uno de sus principales beneficios, ya que sostenerse erguido sobre una tabla mientras se desplaza mejora el equilibrio en general y la coordinación.