Hace 48 años tuvo lugar el inicio de la máxima expresión de la ‘nación hippie’, medio millón personas se dieron cita en White Lake, Nueva York.

El festival llamado The Woodstock Music and Art Fair, An Aquarian Exposition, estaba pensado para albergar a menos de 300 mil personas. Los organizadores nunca se imaginaron que medio millón de hippies llegarían de todas partes de Estados Unidos. 

Se convirtió en el ícono de toda una generación que rechazaba la guerra y proclamaban la paz y el amor como una forma de vida. 

Curiosamente, este mítico festival nunca se realizó en el territorio de Woodstock, simplemente tomaría su nombre, ya que los habitantes de esta localidad se opusieron totalmente a la organización del evento y les obligaron a trasladar el escenario.  Finalmente, se celebró en una granja lechera de Bethel, propiedad de Max Yasgur, en el estado de Nueva York. Los organizadores alquilaron el terreno por $50,000 dólares.

Se celebró los días 15, 16, 17 y 18 de agosto de 1969, y las entradas tenían un precio de $18 dólares (de la época) para asistir a los tres días de actuaciones. En un principio se vendieron unas 186,000 entradas y no se esperaba una asistencia superior a 200,000. Sin embargo, unas 500,000 personas acudieron al lugar en el momento de su apertura, algo que obligó a abrir las puertas del festival a todo el mundo, por miedo a no poder controlar las multitudes.

Entre los artistas que participaron, estuvieron: Joe Cocker, The Who, Jimi Hendrix, Creedence Clearwater Revival, Janis Joplin, Grateful Dead, Sly and the Family Stone, Ten Years After, Santana, por mencionar solo algunos.

La organización, corrió a cargo del ejecutivo discográfico Artie Kornfeld y Michael Lang, unos jóvenes productores que apenas rondaban los 25 años y que tenían la idea de construir un estudio de grabación, que finalmente desembocó en un festival de música y artes. 

La explicación a la mitificación de este festival, reside en que representó la filosofía de vida de una generación harta de las guerras y del sistema. 

De esta forma, el festival sirvió para pregonar la paz y el amor y fue una magnífica plataforma para el emergente movimiento hippie. Además, en el festival ocurrieron tres muertes (por sobredosis de heroína, apendicitis y por un accidente de tractor) y dos nacimientos no confirmados. Su huella fue tal que Michael Wadleigh dirigió al año siguiente el documental ‘Woodstock’ con la colaboración de Martin Scorsese, logrando el premio Oscar al mejor documental de 1970.

Económicamente, Woodstock fue un rotundo fracaso, y la organización del festival solamente obtendría beneficios en años venideros gracias a la gran cantidad de material recopilatorio, películas y álbumes relacionados con lo que allí sucedió.

La aparición de Jimi Hendrix

Eran cerca de las 9 de la mañana del lunes, turno de Hendrix. Se lanzó con el himno nacional en un momento que quedará para la historia del Rock’n’roll; lejos de un homenaje patrio, se trataba de un lamento desgarrador, que parecía contener todo el dolor de su generación, ante la guerra de Vietnam. 

Insistió en ser él quien tocara en último lugar. Se programó su parte para la medianoche, pero por retrasos en el festival no tocó hasta las 9 de la mañana del lunes. El recital duró dos horas, siendo el concierto más largo de su historia. Tocó 18 canciones, concluyendo con Hey Joe.