Este edificio es un ejemplo de Art Decó, que revive su esplendor tras dos décadas cerrado.

Uno de los más importantes ejemplos del estilo Art Decó que sobreviven en la Ciudad de México, el Frontón México, reabrió sus puertas, después de unas dos décadas cerrado, y de las correspondientes obras de remozamiento que buscaron regresarle su esplendor.

Los vértices, pliegues y cortes geométricos, tan característicos del estilo Art Decó que llegó como influencia europea a la arquitectura mexicana de las décadas de 1920 y 1930, se pueden adivinar con gran facilidad, en la imponente fachada de este edificio enclavado en la Plaza de la República, frente a otra construcción que adquirió esta tendencia: el Monumento a la Revolución.

Revivir un ícono de la Ciudad de México como el Frontón México, representó un gran reto de rescate integral arquitectónico. Desde su inauguración en 1929, hasta el día de hoy, el edificio en sí, tiene un gran valor y aporte urbano como referencia en el ramo de la arquitectura Art Decó, siendo México uno de los países más representativos en América Latina de esta corriente. Desde pisos, herrería, cancelería, iluminación, columnas, su fachada y la colorimetría original, Frontón México se renueva como un centro de entretenimiento que pretende ser sede de diversas actividades artísticas, culturales y deportivas.

El recinto, cuyo diseño corrió a cargo de los arquitectos Teodoro Kinhard y Joaquín Capilla, fue inaugurado en el año de 1929, por el Presidente de México en esa época, Emilio Portes Gil, y desde entonces funcionó como un espacio para encuentros de frontón y jai alai, lo cual atrajo de inmediato la atención y la concurrencia de un exclusivo público hasta este espacio.

Se trataba de uno de los lugares más concurridos por los capitalinos de aquella época, sobre todo, por los miembros de la élite, que arribaban al sitio en lujosos autos y rigurosa etiqueta, para dar inicio a sus apuestas.

Además de poseer lo último en tendencias de arquitectura, llamó de inmediato la naturaleza de la obra, con sus altísimos muros, necesarios para el desarrollo de las justas deportivas, y lo ancho del edificio.

Durante décadas, el  Frontón México funcionó sin contratiempos, hasta que, en 1996; cerró sus puertas por un adeudo millonario del concesionario con el propietario del inmueble, a lo que siguió una huelga que duró varios años.

Hacia el 2015, los propietarios del Frontón México decidieron dotarlo con un nuevo esplendor, con una remodelación que requirió de una inversión superior a los 50 millones de pesos.

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) participó en la supervisión de restauración y rehabilitación, para respetar y conservar el valor histórico de este edificio Art Decó.

Finalmente, tras casi dos años de obras, abre de nuevo sus puertas este exquisito ejemplo del Art Decó, un estilo que en México se vivió un gran auge en zonas como la colonia Tabacalera, que es donde se encuentra este tradicional edificio que le ha dado identidad a la Ciudad de México.

Para la nueva imagen de la edificación, se optó por un rojo ocre, que se aprecia prácticamente desde cualquier punto de la, también recientemente remozada, Plaza de la República.

En su nueva faceta como espacio multifuncional (inaugurado el 10 de marzo de 2017) contiene un centro de espectáculos, un restaurante, un casino de tres pisos, 17 suites y un escenario movible.  El cual es perfecto para presenciar un concierto, teatro, danza, exposiciones, conferencias, fiestas entre otros eventos más, ya que cuenta con una estructura diseñada delicadamente para generar el espacio adecuado para voz o música, amplificando el sonido y dejando fuera los ecos que lo ensucian.

El Frontón México tiene aforo para 4,200 personas.

Contará con una escuela para que niñas, niños y jóvenes se involucren en el Jai-Alai, y se reactive la formación de pelotaris de nivel internacional.

La rehabilitación del Frontón México se realizó con una inversión de 35 millones de dólares, y generará más de 600 empleos, que beneficiarán a la actividad económica y deportiva de la capital mexicana.