Este atractivo natural, se encuentra dentro del parque acuático ‘El Géiser’ en Hidalgo, que además tiene un paisaje imponente.
Este poblado es un oasis en medio del semidesierto del Bajío Hidalguense, en sus numerosos balnearios, emanan cálidas aguas que invitan a escapar de la ciudad, pero no solo eso, el pueblo también atrae por su historia y su arquitectura, pues en las cercanías habitaron antiguas culturas que dejaron vestigios arqueológicos que hablan de épocas pasadas, al igual que el convento franciscano, y las antiguas casas abovedadas de la etapa virreinal.
‘El Géiser’ en Hidalgo, tiene aguas termales a 95ºC, donde es posible relajarse y olvidar el estrés, alejados de la ciudad, en pareja, con amigos o con familia. Plan perfecto para un fin de semana, días de puente o escapadas.
Entre sus servicios, hay zona de acampar, tirolesa, puentes colgantes, masajes, tratamientos de belleza, restaurante, estacionamiento gratuito, tiendas de abarrotes y artículos acuáticos. Además, en este poblado, se encuentra el ‘Ex Convento de Santiago Apóstol’. Fundado en el siglo XVI, por frailes franciscanos, su fachada con inscripciones en latín y anagramas, es única en la región. También está la ‘Plaza Principal’, su torreón de cantera fue construido para festejar el centenario de la Independencia. Está adornado con águilas porfiristas, y un gran reloj en lo alto.
Y finalmente el ‘Pañhú’. Esta zona arqueológica tuvo su esplendor entre los años 450 y 950. Perteneció a la cultura Xajay, la cual se considera antecesora de la actual cultura otomí. Aquí, la vista del valle de Tecozautla es única.