Por lo espectacular de la vista que ofrece, el glaciar Perito Moreno es considerado la octava maravilla del mundo.
La imponente masa de hielo interminable, rodeada de bosques y montañas es un espectáculo que pocos se quieren perder. De hecho, este lugar es, junto con Puerto Madryn y las Cataratas del Iguazú, uno de los sitios del país más visitados por extranjeros y el turismo argentino.
El Perito Moreno desciende desde la cordillera de los Andes, a más de 2,100 metros, hasta las altitudes más cálidas del lago Argentino, a 180 metros sobre el nivel del mar. Tiene 30 kilómetros de largo. Es uno de los glaciares más grandes de la Patagonia, y el más visitado de todos. Es famoso por cortar periódicamente el brazo principal del sur del lago, conocido como brazo Rico, y separarlo por completo del resto. Esto ocurre porque el glaciar avanza a través del lago Argentino hasta llegar a la costa opuesta.
Se puede llegar hasta él, en paseos por tierra o alternando etapas de navegación en el recorrido. Si el visitante llega con vehículo propio, debe transitar unos 80 km aproximadamente por la Ruta Provincial Nº 15 desde El Calafate, lo que lleva una hora y media de viaje.
El Perito Moreno es uno de los tantos glaciares que forman el Parque Nacional Los Glaciares. Todos forman el Hielo Continental Patagónico (17.000 kilómetros de extensión) que es una de las reservas de agua potable más importante del mundo. Y es que el 90 % del agua dulce del planeta se encuentra en las zonas glaciarias y después de la Antártida y Groenlandia, sigue esta región argentina.
Un halo de paz sobre la naturaleza virgen, lo convierte en un gran atractivo para quienes quieren disfrutar del aire puro y del sonido del silencio. Sonido que interrumpe sólo el movimiento del glaciar, que constantemente le regala al lago Argentino inmensos bloques de hielo. Estos, al desprenderse del zócalo de ablación, caen en el Canal de los Témpanos, produciendo un estruendo profundo y estremecedor.