El hongo Pestalotiopsis microspora, que vive en los vegetales, es capaz de alimentarse de plástico, incluso en ambientes con poco oxígeno (como podría ser un vertedero de residuos).
A donde quiera que miremos la naturaleza parece ofrecer una tregua. La crisis climática avanza a paso veloz y con urgencia buscamos soluciones que nos ayuden a equilibrar el planeta. Sin embargo, parece que en la misma naturaleza se encuentran las respuestas. Este es el caso del hongo que come plástico, un pequeño ejemplar que podría enseñarnos a revertir los desechos.
Desde la década de 1950, el ser humano ha producido cerca de 9 mil millones de toneladas de plástico. Apenas un 9% de esos desechos se reciclan, un 12% se incinera y el 79% restante, permanece acumulado en distintos lugares del ambiente natural.
Según la ONU, entre 8 y 13 millones de toneladas de plásticos y desechos ingresan anualmente al mar. Esto equivale a un camión de basura entrando al océano cada minuto. Aunque distintas organizaciones han intentado realizar limpiezas en el mar, el ciclo de desechos es tan grande que estos esfuerzos son casi imperceptibles.
La lucha contra los desechos plásticos revela datos estremecedores. Ahora podemos reconocer la urgencia de implementar nuevas acciones para detener esta contaminación. Sin embargo, mientras el ser humano lucha con su actos consumistas, la naturaleza por sí misma brinda una señal de esperanza.
En la búsqueda de métodos alternativos para reducir el plástico, investigadores se encontraron con un peculiar hongo. El Pestalotiopsis microspora, es uno de los hongos que comen plástico. Con la capacidad de consumir poliuretano (uno de los principales compuestos de los plásticos), este diminuto integrante del reino fungi, se convertiría en la seta más valiosa del planeta.
Todo indica que un grupo de estudiantes de la Universidad de Yale, descubrieron en la selva amazónica en Ecuador, al hongo peculiar. De acuerdo con sus descubrimientos, el Pestalotiopsis microspora puede crecer en poliuretano y usarlo como fuente de carbono.
Esto quiere decir que el hongo no necesita de ambientes con o sin oxígeno para sobrevivir. Simplemente va descomponiendo y digiriendo todo lo que coma para finalmente convertirlo en materia orgánica.
Pero ¿qué tan ético es usar a la naturaleza nuevamente para nuestro beneficio? Suena casi milagroso que un hongo tenga la habilidad de consumir un material creado por el ser humano. Sin embargo, el planeta ha demostrado tener seres extraordinarios.
Aunque este hongo puede utilizarse para limpiar la contaminación plástica del planeta, la realidad es que la raíz del problema sigue sin resolverse. Sabemos que en la naturaleza podemos encontrar el equilibrio, pero ¿qué tan dispuestos estamos a trabajar con ella para lograrlo?
La idea de usar hongos para descomponer plásticos, no está exenta de limitaciones. Liberar nuevos organismos en nuevos entornos por ejemplo, en el océano, que es el hogar de cientos de miles de toneladas métricas de plástico, puede ser un asunto complicado. Un enfoque, informado después del descubrimiento del equipo de Yale, Pestalotiopsis microspora en el Amazonas, sería recolectar los desechos plásticos primero y dejar que el hongo haga su magia en un ambiente controlado.
Dicho esto, la investigación muestra claramente que este tipo de hongos pueden descomponer los plásticos en semanas o meses, produciendo potencialmente un alimento rico en proteínas para animales, humanos o plantas. Con más investigación, los hongos podrían ayudar a abordar nuestros problemas de contaminación plástica.