La civilización maya dominó un gran territorio en el que instaló grandes ciudades que destacan todavía hoy por su hábil ingeniería y arquitectura funcionales con su entorno, la selva y por supuesto, el agua.
El número de personas que llegaban a fundar una población naturalmente ascendía con los años, con lo que debían crearse o mejorarse los sistemas de alimentación y de transporte de agua que en un punto ya era insuficiente.
Muchas ciudades mayas fueron construidas sobre piedra caliza porosa que hacía difícil el acceso del agua gran parte del año, por eso, grandes poblados como Palenque construyeron redes de acueductos. Ciudades como Tikal de aproximadamente 45 mil habitantes, tomaba puntos cercanos de agua potable, que también empezaron a ser insuficientes, se dice que por esa razón buscaron alguna forma de limpiar el agua cercana.
Un equipo de antropólogos, geógrafos y biólogos de la Universidad de Cincinnati, encontraron que en Tikal se creo un sistema de purificación del agua, al estudiar una de las más grandes presas construidas por los mayas.
En la presa que se encuentra cerca de la antigua ciudad de Tikal, al norte de Guatemala, encontraron residuos de cuarzo cristalino y zeolita -minerales que hoy se utilizan para el mismo fin.
La zeolita, que contiene silicio y aluminio, limpia el agua de muchos microbios y toxinas. El cuarzo ayuda a atrapar metales pesados y compuestos nitrogenados.
Los estudios de datación por carbono, fechan la presencia de estos minerales en la presa entre hace 2,185 y 965 años, es decir, entre los años 400 a.C. y 900 d.C. pero lo que no se sabía es cómo o porqué llegaron ahí esos minerales. De manera natural ni el cuarzo cristalino, ni la zeolita se encuentran en el lugar, un estudio cartográfico rastreó ambos minerales a unos treinta kilómetros al noroeste de Tikal, de ahí que se deduzca que su presencia en esas tierras fuera intencional.
En nuestros días, los rastros del imperio maya se encuentran en distintos países, pero en sus días se trataba de una basta extensión, por la que se podían trasladar por diferentes razones, por lo que no sorprende que los mayas de Tikal trasladaran estos minerales.
Hasta hoy la hipótesis que se sostiene, es que los mayas probaron las aguas del manto acuífero que se encontraba a 30 kilómetros, el agua que se conservaba en los restos de un volcán tenía un sabor y un aspecto más limpio, por lo que se llevaron arena del lugar a su ciudad.
Con la arena crearon un sistema de filtración construido, para limpiar el agua a medida quefluía,peroestesistemanoeliminabalas cianobacterias procedentes del cinabrio, con que los mayas pintaban sus construcciones.
El cinabrio también se encontraba en la arena con la que sin querer acabaron contaminando sus acuíferos y que, al parecer, causó el éxodo masivo y el abandono de tan próspera ciudad maya. La única certeza hasta hoy, es que este sistema fue descubierto por los mayas hace más de 2 mil años.