Es considerado uno de los lugares más bonitos de toda la costa brasileña.
Lençóis es un desierto de casi 100 km de longitud y 50 km de ancho, al borde del Atlántico y rodeado de bosque tropical. Está formado por un mar de dunas de arena que cubre 70 km de la costa y avanza 50 km de la isla. Esa formación proporciona una vista alucinante de los innumerables lagos de agua verde y azul que contrastan con la arena blanca de las dunas durante la época de lluvia y que pueden llegar a los 40 m de altura. Se ubica en el litoral de Maranhão, entre las municipalidades de Barreirinhas y Primeira Cruz. Para llegar hasta allá, se puede ir en automóvil o camión, siendo un viaje de 10 horas. Se puede llegar también por avión en un vuelo de 40 minutos desde São Luís (la capital del Estado de Maranhão) rumbo a Barreirinhas.
Los ríos vecinos Parnaíba y Preguiças, abundan en sedimentos arrancados a las tierras áridas del Sertão. Van a verter sus aguas en el Océano Atlántico antes de ser conducidos por corrientes marítimas hacia la costa del Maranhão donde finalmente van a depositarse. El agua dulce es aportada por el cielo.
El Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses fue creado en 1981 para proteger las 155 mil has que ocupa ese ecosistema extraordinario. Es bastante extenso y no tiene carreteras de acceso. Para conocerlo es necesario recorrer las dunas y con frecuencia temperaturas cálidas por lo que siempre se deben visitar en compañía de un guía local.
La mejor época para conocer las arenas blancas y las enormes dunas, es en el período de las lluvias (entre diciembre y julio), cuando las lagunas de aguas azules y tibias, óptimas para baños, están llenas.
Hay dos maneras de explorar el parque, en avión o en jeep, sin embargo, es recomendable hacerlo de las dos formas. Es delicioso caminar por el parque, de una duna a la otra, bañarse en los lagos, disfrutar del silencio y del contraste de los colores. Es una oportunidad única de ver algo así en el mundo. Sobrevolar la región, proporciona uno de los más bellos ángulos de visión del paisaje. Desde lo alto, se puede apreciar la inmensidad de las dunas blancas cortadas, por las lagunas coloridas.
La aventura puede prolongarse para quien desea conocer los pueblos aislados dentro del área de los Lençóis Maranhenses, como Queimada dos Britos y Baixa Grande. Son caminatas que llevan de 8 horas a un día y exigen la presencia de un guía con experiencia. Una opción es ir a la pequeña ciudad de Santo Amaro do Maranhão, en la otra punta del Parque, a una distancia de 100 km de Barreirinhas, que tiene como mayor atracción la Lagoa da Gaivota. Para llegar allí es necesario alquilar un jeep en Barreirinhas.
Para visitar los Lençóis Maranhenses, no hace falta ninguna vacuna. Conviene llevar repelente para insectos, y todos los medicamentos que se puedan necesitar, ya que fuera de Barreirinhas no hay farmacias.