Tiene características increíbles y muy distintas de todos los volcanes conocidos por el hombre, forma ríos de lava fría y gris.
Esta montaña, conocida entre los masáis como la ‘Montaña de Dios’, no es sino un volcán activo situado al noroeste de Tanzania. Su nombre es Ol Doinyo Lengai y se alza 2.962 metros sobre el nivel del mar.
¿Por qué es tan particular? Su lava entra en erupción a temperaturas que nunca superan los 510 ° C, muy por debajo del mínimo para el basalto (1.000 ° C), uno de los tipos de lava más comunes en el planeta. Un volcán frío y gris. De hecho, hace tanto frío que casi siempre es negra o gris, ya que no se irradia suficiente calor para que parezca roja.
Su viscosidad es también increíblemente extraña. Gracias a la falta de cadenas moleculares de sílice que formen estructuras, esta extraña lava fluye como el agua, creando ‘ríos’ serpenteantes y descendiendo por las laderas con facilidad. El tipo de lava que emana de este raro volcán se conoce como ‘carbonatita’, que contiene una gran cantidad de elementos alcalinos, principalmente calcio y sodio, junto con una gran cantidad de dióxido de carbono disuelto. Esta lava en particular es tan rica en sodio que es una ‘natrocarbonatita’ .
El punto de fusión de todas estas cadenas moleculares es mucho más bajo que cualquier tipo de lava conocida, de ahí que estalle ‘tan fríamente’. Esta combinación hace que, en ocasiones, surjan fuentes de fuego de lava negra surcando el cielo, congelándose en el aire y rompiéndose en pedazos que se alejan con el viento.
¿Y SI ESTALLA?
Se trata de un volcán bastante inofensivo, incluso cuando entra en erupción explosivamente y produce una nube de cenizas. Tiene un cono simétrico con una antigüedad de 370.000 años, momento en que empezó su formación, hasta finalizar hace aproximadamente unos 15.000 años.
Por esta razón, las erupciones de la ‘Montaña de Dios’ resultan un espectáculo indescriptible.