Nadie está exento de ser “hackeado” y es que existen programas por la red para intentar reventar una contraseña por la fuerza bruta.
Es decir, programas que intentan entrar en una cuenta probando nombres de usuario y contraseñas una tras otra, tomando combinaciones de números, letras, etc.
Actualmente, cuando escribes una contraseña en un formulario para dar de alta una cuenta, te aparece un pequeño gráfico junto a la casilla indicándote cuál es la fortaleza de la contraseña elegida. Cuanto más larga es la barra verde, más segura parece ser. Podrás ver cómo colocando símbolos la fortaleza sube significativamente.
Si no quieres ser parte de las famosas campañas de ‘phishing’ cuyo objetivo son robar las contraseñas y espiar tus conversaciones online toma nota de estos trucos para elegir una contraseña segura:
• No facilitar nunca las contraseñas. Sonará bastante obvio lo que te comentamos, pero te sorprenderías de saber que muchísima gente ignora ésta regla de oro y comparte sus contraseñas como si se tratara de algo que careciera de importancia.
• Como segunda regla de oro, verificar que la URL que aparece en la barra de direcciones es la legítima, es decir, que sea una dirección real y no una sospechosa.
• Nuestra contraseña no debe ser predecible.
• No debe ser la misma para todos los servicios. Es tanta la información que manejamos en nuestro ordenador, que la tarea de recordar una contraseña para cada servicio, puede llegar a ser prácticamente imposible; las contraseñas podrían ser parecidas, pero bajo ninguna circunstancia deberán de ser idénticas.
• Conviene que sea larga. Lo mínimo indispensable para que sea segura, es que cuente con, al menos, 8 caracteres, pero entre más largo sea, mejor y más seguro.
• Que no contenga palabras recogidas en el diccionario.
• Una frase sin espacios es un buen ejemplo.
• Grado de dificultad. Es muy eficaz utilizar @, $, &, #, !, etc., en medio de nuestra contraseña.
• Olvidos y preguntas relacionadas. Los especialistas recomiendan no usar las preguntas relacionadas, ya que en general son fáciles de descifrar. Si igual tienes que elegir, opta por la menos obvia, y usa una respuesta complicada, que no responda del todo a lo que pregunta. Y, si puedes crear tu propia pregunta, es aún mejor.
Siguiendo estos pasos, este método proporciona una contraseña segura, y, aunque no lo parezca, fácil de recordar.
El período de vida ideal para una contraseña es de 2 meses, de esta manera te asegurarás de que no se filtrará y será menos probable de que sea hackeada. Una buena y muy recomendable manera de cambiar una contraseña, es tan sencillo como añadirle un nuevo elemento a la actual.
Otra alternativa muy eficaz y sencilla consiste en instalar una herramienta de gestión de contraseñas, que permite almacenar claves y datos con total seguridad.