Algunos parásitos afectan el aspecto del exterior de la casa, retienen la humedad y aceleran el proceso de envejecimiento de los muros.
Musgos, mohos, algas o líquenes son una presencia no bienvenida en nuestras casas. Aparecen poco a poco hasta cubrir de verde los muros de nuestra vivienda. Más allá de que afectan el aspecto de la vivienda, estos hongos y parásitos tienden a retener mucha humedad acelerando el envejecimiento de los muros, cualquier fachada que posea estos parásitos vegetales tienden a lucir muy antiestéticos y grotescos, donde sin importar el estilo decorativo que posea o la pintura que se le aplique para esconder estas imperfecciones siempre saldrá a la luz. Para combatirlos y prevenirlos, es indispensable el uso de alguicidas y fungicidas.
La manera de saber cuándo la fachada presenta problemas de parásitos vegetales es cuando en su superficie se suelen visualizar puntos de tono negro grisáceo y deformaciones difusas. Generalmente suelen aparecer en las superficies donde no da mucho sol, o en las zonas que no están protegidas contra la humedad.
Cuando la superficie presenta parásitos lo más recomendable es eliminarlo de una vez, ya que estos se logran propagar con gran rapidez, llegando a afectar a toda la superficie.
Fungicidas y alguicidas
Cuando se utilicen los productos alguicidas y funguicidas se debe tomar en consideración las instrucciones del fabricante, de esta manera se garantizará la perfecta eliminación de las algas, musgos, líquenes y mohos de la fachada. Las zonas muy afectadas se deben limpiar con anterioridad en seco con un cepillo de alambre. Las superficies menos dañadas se han de empapar con la solución fungicida con ayuda del cepillo. Una vez transcurrido el tiempo de actuación indicado en el envase, se retirarán los parásitos vegetales con el mismo cepillo de alambre y agua. En caso necesario, se puede utilizar agua a presión. Para impedir un nuevo ataque, se puede repetir el mismo tratamiento, pero esta vez sin limpiar la zona con agua.
Hay que tener en cuenta que se debe eliminar la humedad, ya que esta es la que produce la presencia de moho, y se debe buscar la forma de mantener la fachada lo más soleada, eliminando cualquier rama postrada en ella que además proveerá humedad.
Así mismo es bueno pintar los muros que son propensos a sufrir de humedad con pinturas especiales que posean agentes fungicidas que evitarán la aparición de estos parásitos vegetales.