La terraza, es una estancia del hogar, que a veces no se tiene lo suficiente en cuenta.
Quien tiene una terraza de la que poder disfrutar, tiene un tesoro. Siempre y cuando, haya pensado bien para qué quiere usarla: ¿para comer? ¿para relajarse? ¿como jardín? Una buena planificación previa, le evitará gastar en piezas que no usará, y le dará armonía.
Como es probable que haya empezado a decorarla, queremos compartir una serie de errores que es bueno conocer, para no cometerlos. Son algunos que se repiten con bastante frecuencia, a la hora de dar vida a una terraza, así que le recomendamos tenerlos en mente, para esquivarlos de la mejor forma posible.
ERROR 1. NO PLANIFICAR SU USO (Y SU DECORACIÓN)
Sea del tamaño que sea, analizar su terraza, y lo que puede o quiere hacer en ella, es básico. Porque puede que, poco a poco, haya ido usándola para otras cosas, y se dé cuenta de que podía haber hecho con ella un segundo salón o viceversa. Cada metro cuadrado de una terraza, es un bien muy preciado, así que analice cómo lo va a aprovechar mejor, y como en cualquier proyecto, piense de qué presupuesto dispone.
ERROR 2. UTILIZAR LA TERRAZA COMO ALMACÉN
No la considere como un espacio extra, sino como una estancia en sí. Solo así la decorará con las piezas adecuadas, y evitará sacar todo lo que no le cabe dentro. Y que sus dimensiones no sean un problema. A veces, una mesa y dos sillas, bastan para crear un rincón agradable.
ERROR 3. DECORARLA CON MUEBLES DE INTERIOR
No la decore con piezas que le sobran dentro. Para el exterior, piezas de exterior. Y si es cuestión de presupuesto, vaya poco a poco. De otro modo, en dos días, los muebles que haya puesto, estarán para tirar porque, aunque no se mojen, el viento y el sol los estropearán.
ERROR 4. OLVIDARSE DE LOS TEXTILES
O elegir mal las telas. Se dice que son el broche de oro de cualquier decoración, el vestido perfecto, según el ‘outfit’ de cada estancia. Por este motivo, no subestime su poder, aunque esté al aire libre, y elija tejidos 100% outdoor. Incluso cuando las tiene resguardadas bajo un toldo o una pérgola, tienen que ser resistentes a la humedad y las inclemencias del tiempo, si quiere que luzcan siempre buena cara.
ERROR 5: NO PONER PLANTAS
Un error que se puede cometer, es el de no pensar en la importancia que tienen las plantas, y las flores en una terraza. Con ellas todo se llena de vida, así que deberían ocupar un lugar privilegiado, sobre todo cuando uno vive en la gran ciudad, y extraña estar cerca de la naturaleza. Eso sí, asegúrese de elegir especies válidas para vivir en exteriores, y no descuide el mantenimiento que hay que llevar a cabo para que estén sanas.
ERROR 6. NO ILUMINAR
Un buen proyecto lumínico, hará que use su terraza igual de día que de noche, ya que logrará que se sienta cómoda en cualquier momento. A diferencia del jardín, no precisa tanto protagonismo, sino que es recomendable modularla con luces de ambiente, tenues en los rincones íntimos, que le ayuden a crear atmósferas cálidas con luminarias decorativas, apliques de pared y, por supuesto, velas.
ERROR 7. NO INVERTIR TIEMPO NI DINERO EN ELLA
Se ha preguntado que, quizás, no usa su terraza porque no le resulta cómoda, ni mucho menos agradable. Muchas veces, se convierte en un cuarto más de cachivaches porque no le dedica la suficiente atención, ni algo de presupuesto.
Puede incluso transformarla en una extensión de la casa, si instala el mismo pavimento, de manera que al abrir la puerta esté ante un espacio único, pintarla de un color especial, para que gane en encanto, o poner arbustos en la barandilla, para que se mantenga alejada de miradas indiscretas. Otra buena idea, para usarla incluso cuando el sol no tiene piedad, es instalar nebulizadores, que refresquen el ambiente.
ERROR 8. DEJARLA A LA DERIVA CUANDO SE ACABA EL VERANO
Se esfuerza en ponerla bonita para la época estival, pero suele olvidarse de ella cuando aparece el frío, sin pensar que también puede ser un buen lugar el resto del año. Por eso, si tiene plantas, instale un punto de riego, para que no se sequen las especies que no son de temporada, emplee macetas con drenaje, guarde los cojines y almohadones, para que no se mojen ni se deterioren, y recoja muebles, como divanes y hamacas. Deje las sillas y la mesa, porque, según donde viva, podrá disfrutar de alguno que otro desayuno, o comida al aire libre, aunque sea con un calefactor de exterior, y con la sombrilla, protegiéndole del aire y del frío.