Si trabaja en su propio negocio tiene derecho a una cuenta individual de ahorro para el retiro, y usted decide cuándo y cuánto aportar.
Ser su propio jefe, tiene muchas ventajas, pero también significa que debe ser responsable de sus ingresos, gastos y de lo que ahorre para su vejez.
Si está planeando cómo será su retiro, aprovechando que las tasas de interés y sus ahorros tenderán al alza, hay que considerar dos opciones, los planes personales para el retiro, o invertir en una Afore.
Para la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), los trabajadores independientes son quienes trabajan en un negocio propio, en el que no dependen de algún jefe o superior. Son dueños del bien, o producto que elaboran o venden, y deciden cómo y dónde promover sus productos o servicios. Por ejemplo: los microempresarios, artesanos, plomeros, electricistas, mecánicos taxistas, albañiles, abogados, médicos, psicólogos, contadores y arquitectos, que trabajan por su cuenta.
Si quiere prever el futuro, una buena alternativa para hacerlo, son las Afores. Como trabajador independiente, se
tiene derecho a una cuenta individual de ahorro para el retiro, bajo el Régimen de Trabajadores Independientes, y se puede gozar de los mismos beneficios que otorgan las Afores a los trabajadores afiliados al IMSS o el ISSSTE.
La entidad financiera enumeró cinco beneficios de tener una Afore:
1. Es dueño de una cuenta individual, la cual es personal y única.
2. Usted decide cuándo y cuánto aportar de acuerdo a sus posibilidades para construir su patrimonio personal.
3. Puede disponer de una parte de sus ahorros, en dos situaciones especiales (matrimonio y desempleo).
4. El ahorro permanece en la cuenta, generando rendimientos de manera segura, pues, aunque haya altibajos en el sistema financiero, la tendencia histórica del Sistema de Ahorro para el Retiro, es de crecimiento.
5. Se pueden hacer aportaciones rápidas y de forma sencilla mediante aplicaciones móviles.
6. Otro mecanismo que le puede permitir mantener su estilo de vida, una vez que se llegue a la etapa del retiro, son los Planes Personales para el Retiro o PPR. Por tal motivo, cada año se puede recibir una constancia fiscal de inversión, la cual deberá ser utilizada al presentar la declaración anual ante el SAT, para disfrutar del beneficio fiscal que dan este tipo de planes.
Un asesor financiero puede dar más detalles sobre cómo potenciar el crecimiento de una inversión a través de estos beneficios.