Más que un estilo decorativo, se trata de una filosofía de vida que permite disfrutar la casa en todas sus dimensiones, convirtiéndola en su refugio, en el lugar donde se siente usted mismo.
El movimiento ‘Slow Life’, es aquel que promueve que las personas controlen su tiempo, en lugar de ser víctimas de él, y encuentren el equilibrio para disfrutar plenamente, sin prisas, de actividades y la relación con otras personas. Esta filosofía también es aplicable a la decoración.
‘Slow deco’, es una declaración de principios para un interiorismo sencillo, relajado, e incluso, imperfecto. Una casa tranquila y sosegada, donde no existen las prisas, donde el tiempo parece detenerse, para dejarle momentos para pensar, disfrutar, dormitar.
El ‘Slow deco’ adora las cosas simples, los espacios diáfanos y funcionales, donde no hay recovecos, ni metros de pasillo inservibles. Procura abrir las estancias, ya que favorecen la comunicación entre los habitantes de la casa, y ayuda a crear lazos: cocinas que se abren al comedor, comedores que rompen sus tabiques con el salón, etc. Eso sí, son espacios simples, pero llenos de detalles: telas, colores, plantas; que le envuelven y abrazan.
La casa tiene que estar bien organizada, pero de una forma útil que le lleve poco tiempo. El hogar es para disfrutarlo, y no para estar recogiendo y limpiando continuamente. Esto se aplica a todas las estancias. Incluida la entrada, en la que se puede habilitar una zona para dejar el abrigo, las llaves y, por qué no, los zapatos. Una de las claves para tener un ambiente ‘Slow deco’ en su dormitorio, es olvidar los aparatos electrónicos. Al dormitorio se va a descansar o como mucho a leer, por lo tanto, los aparatos electrónicos sólo le traerán distracciones que le dificultan el descanso óptimo. Es conveniente que la habitación tenga buena comunicación con el vestidor y el baño.
En cierta parte, tanto en los materiales como en los colores, el ‘slow deco’ se parece al estilo nórdico. La gama de colores: blancos, beiges y mucha madera natural. Pero este estilo tiene otro gran aliado: el azul.
El azul es un color que transmite tranquilidad, relajación y empatía, por lo que es un color que va con toda esta filosofía decorativa.
¡Fuera los hogares recargados que solo dan trabajo! Bienvenido el interiorismo que busca crear espacios más cómodos que sirvan para descansar y disfrutar. En la sencillez está el encanto.