Estudiar y trabajar puede ser algo bueno cuando logras un balance, pero de no manejarlo correctamente puede ser sumamente perjudicial.
Trabajar y estudiar es un hábito que muchos jóvenes hoy en día tienen, ya sea porque necesitan el dinero para poder vivir mientras estudian lejos de casa, o simplemente porque quieren tener algo de dinero extra. Siendo estudiante, el número de horas que puedes dedicar a ello y continuar siendo productivo a nivel académico es limitado, por eso las jornadas laborales suelen ser cortas.
¿Qué tener en cuenta para tomar esta decisión vital?
El estudio y la capacitación formal dan mayores posibilidades de negociar mayores ingresos a futuro y mejores condiciones laborales, por lo tanto, en términos económicos el tiempo dedicado a estudiar, si está bien aprovechado, suele recuperarse.
La elección, sin embargo, no debe tomarse exclusivamente sobre la base de la economía. En la decisión personal deben contemplarse gustos, vocación, ambiciones, intereses, etc. Cuando existe capacidad y ganas de seguir estudiando es importante explorar las opciones de financiamiento disponibles para lograrlo (subsidios, becas, préstamos, etc.)
Las posibilidades de estudio actuales, con carreras semipresenciales y cursos por Internet facilitan la combinación de estudio y trabajo.
Aún quien decide dedicarse exclusivamente a estudiar puede incursionar en el mundo laboral con trabajos de temporada, proyectos propios, empleos temporarios o tareas de fin de semana, de forma de ir ganado experiencia y ayudar en la financiación de sus gastos.
Beneficios de estudiar y trabajar.
No solo consigues una entrada extra de dinero sino que además puede ser una experiencia laboral valiosa, la primera tal vez. Puedes obtener habilidades que te serán útiles no solo para otros trabajos sino además para otros aspectos de tu vida, entre ellos el estudio, por ejemplo el poder realizar varias tareas a la vez, la capacidad de organización y planificación así como herramientas comunicacionales.
Los estudiantes que trabajan medio tiempo obtienen experiencia profesional en medio de un ambiente de trabajo, y esto puede ser útil para los estudios de postgrado, puesto que podrás recibir cartas de recomendación y referencias sólidas.
Desventajas de estudiar y trabajar.
En algunos casos, como en los estudiantes que quieren obtener un grado intensivo, se sentirán presionados si no logran un buen rendimiento académico, y aún más por tener un ingreso suficiente para mantenerse.