En la actualidad, nos encontramos en plena era de la digitalización, donde la tecnología nos permite almacenar libros, álbumes fotográficos, documentos y estados financieros en unos pocos megas que caben en nuestros dispositivos.
Los Bitcoins son un ejemplo de dinero electrónico que funciona sin necesidad de efectivo. Sin embargo, ¿qué ocurriría si desaparecieran todos los billetes y monedas de la faz de la tierra?
Según un estudio de VISA, dentro de cinco años, las operaciones con smartphones superarán las transacciones en efectivo. Grandes empresas como Samsung, Apple y Google ya cuentan con sus propias aplicaciones de pago móvil, Samsung Pay, Apple Pay y Android Pay, respectivamente. Además, Paypal ofrece una alternativa de pago electrónico.
En un mundo sin dinero en efectivo, las tarjetas de crédito podrían ser el medio de pago predominante, lo que aumentaría la seguridad y la velocidad de las transacciones. Sin embargo, es posible que los smartphones terminen por desplazar a las tarjetas.
Es importante tener en cuenta que, aunque en los países más desarrollados existen una gran variedad de medios de pago, la mayoría de las transacciones todavía se realizan en efectivo. Este método sigue siendo muy utilizado entre colectivos desfavorecidos o personas mayores.
Quizá sería conveniente conservar el uso del dinero en efectivo para operaciones de bajo costo, como comprar el pan o dar dinero a los sobrinos.
Entre los beneficios de la desaparición del dinero físico, los expertos destacan un mayor control del capital, una reducción de robos y un sistema financiero más eficiente y seguro. Al quedar registrados todos los movimientos, podemos tener un mayor control sobre nuestro dinero y reducir la delincuencia y la evasión fiscal.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el manejo del dinero electrónico podría otorgar un mayor poder a los bancos, ya que tendrían un mayor control sobre las operaciones.
Uno de los mayores desafíos para un mundo sin dinero físico es lograr que sea inclusivo y accesible para todos los estratos de la sociedad. Se necesita un sistema fácil de usar, intuitivo y asequible tanto para personas mayores o de escasos recursos como para personas desfavorecidas. Además, es necesario establecer controles para evitar prácticas abusivas por parte de las entidades financieras.
A pesar de que aún no somos una sociedad que maneje completamente el dinero digital, está claro que el dinero en efectivo ya no predomina tanto como en el pasado, y los medios de pago son cada vez más diversos y accesibles. La evolución de los pagos electrónicos ha permitido que las transacciones sean mucho más ágiles y sencillas de hacer.