El mejor vehículo aéreo controlado remotamente sin necesidad de ser tripulado.
Al igual que otras tecnologías que utilizamos diariamente como el GPS, los hornos microondas o internet, el uso de drones aplicados en el campo civil ha sido posible gracias a los estudios y desarrollos llevados a cabo originalmente en el área militar.
Aunque parezcan semejantes los drones no son equivalentes a los clásicos aviones teledirigidos destinados al ocio, la principal diferencia reside en su radio de control, los drones pueden ser controlados remotamente a miles y miles de kilómetros mientras que los aviones teledirigidos no llegan alcanzar un radio de unos pocos metros, por otro lado los drones vienen dotados de multitud de dispositivos electrónicos como sensores de altura y gravedad, acelerómetros y giroscopios, captadores de señales wifi y por supuesto, microprocesadores que gobiernan el control del drone.
Sin lugar a dudas, los drones están implantándose cada vez más en diferentes áreas y sectores de la economía mundial, llegando a convertirse en pocos años en una tecnología que nos acompañará en nuestro día a día, al igual que estamos habituados a ver coches circular por nuestras carreteras y autopistas, en breve veremos drones sobrevolando nuestras cabezas. Actualmente existen múltiples aplicaciones en las que los drones desarrollan un papel clave en la realización de tareas.
En la agricultura y ganadería son utilizados para monitorizar, controlar y pastorear rebaños y ganados así como vigilar, fumigar y controlar las plagas y regadíos de los cultivos.
También son usados en tareas peligrosas como la limpieza de residuos tóxicos en lugares contaminados por radiación, virus o productos químicos venenosos para el hombre. Por otro lado están siendo utilizados como medio de exploración y recogida de datos en tormentas, huracanes y volcanes en erupción, así mismo son el medio ideal para el rastreo de fugas radiactivas o de productos químicos altamente contaminantes.
El uso de los drones en tareas de vigilancia ha mejorado la seguridad y control de eventos multitudinarios como los mundiales o las olimpiadas, vigilancia de bosques para la detección y control de posibles incendios.
Y la función más común es el ensamblar una cámara al dron la cual permite filmar imágenes y videos de lugares con una perspectiva nunca vista antes. Curiosamente el cine ha utilizado estos pequeños robots voladores como medio de filmación de numerosas escenas.
De igual manera hay drones que permiten supervisar y monitorizar el estado de numerosas instalaciones como puentes, fábricas, monumentos, redes eléctricas; también sirven como medio para ampliar la cobertura de internet en aquellas zonas del planeta en donde los satélites no alcanzan. Estos y un sinfín de funciones son posibles gracias al desarrollo de esta tecnología.
La expansión del uso de drones ha hecho necesario crear nuevas leyes que legislen el uso de esta tecnología; en numerosos países es necesaria la acreditación y permiso por parte de las autoridades, ya que incluso llegan a prohibir su uso en núcleos urbanos o zonas de alta densidad de población.