En el pueblo antiguo Urgup, existe un hotel exclusivo excavado en el acantilado de la montaña, ‘Yunak Evleri’.
En el mundo existen pocos paisajes tan espectaculares como el de ‘Capadocia’, una tierra horadada por milenarios túneles y galerías, que guardan fascinantes secretos e historias. ‘Yunak Evleri’, es una combinación de 10 casas cuevas, en total 120 habitaciones cuevas privadas, que data de los siglos V y VI, coronado con una mansión griega del siglo XIX. El nombre del barrio ‘Yunak’ viene de los tiempos antiguos, cuando las mujeres hacían todo su lavado y, por supuesto, socializaban en la fuente de la plaza del pueblo. Estar al lado de la fuente y en el ‘Yunak’, fue el centro de la vida cotidiana. Un laberinto de pasadizos estrechos y escaleras excavadas de roca, les llevan a las habitaciones exclusivas elegantemente decoradas, en un estilo cálido tradicional.
Las cavernas que hoy forman parte del hotel, están habitadas desde hace 1.500 años, pero solo hace unos años que alguien tuvo la brillante idea de construir un complejo hotelero en ellas, una iniciativa que convirtió esta pequeña aldea, en un imán para turistas de todo el mundo.
En el piedemonte, está el lobby del hotel. El edificio principal, una mansión griega del siglo 19, muestra un tipo de encanto sofisticado. En la mansión piedra, salas de reuniones ofrecen un ambiente relajante para descansar por la noche. Junto con una habitación con computadora y conexión Wi-Fi, la sala de música tiene una gran variedad de CDs que pueden tomar prestado, y la sala de TV, adornada con cojines turcos de felpa, tiene una vista rodeada de acantilados. Hay una sala de DVD en el segundo piso, decorada con accesorios locales cerámicas hechas a mano, velas y un horno encantador.
La región de ‘Capadocia’, situada en el corazón de Turquía, es un destino turístico popular por sus características geológicas, históricas y culturales únicas. Sus suelos están en gran parte formados por rocas sedimentarias, lagos, arroyos subterráneos y vastos depósitos de una piedra llamada ‘Ignimbrita’, procedente de la erupción de los volcanes antiguos.
Estas rocas blandas fueron empleadas por la gente de los pueblos de ‘Capadocia’ para, literalmente, tallar sus casas, iglesias y monasterios. Y este hotel también.