Más de 60 kilómetros de la muralla en la provincia de Gansu pueden desaparecer en los próximos 20 años, debido a la erosión de las tormentas de arena.
En China, 10 000 li representan el “infinito”. La Gran Muralla China es una antigua fortificación china construida y reconstruida entre el siglo V a. C. y el siglo XVI (Edad Moderna) para proteger la frontera norte del Imperio chino durante las sucesivas dinastías imperiales de los ataques de los nómadas xiongnu de Mongolia y Manchuria.
Contando sus ramificaciones y construcciones secundarias, se calcula que tiene 21 196 kilómetros de largo, desde la frontera con Corea, al borde del río Yalu, hasta el desierto de Gobi, a lo largo de un arco que delinea aproximadamente el borde sur de Mongolia Interior, aunque hoy sólo se conserva un 30% de ella. En promedio, mide de 6 a 7 metros de alto y de 4 a 5 metros de ancho. En su apogeo, durante la dinastía Ming, fue custodiada por más de un millón de guerreros.
La muralla fue designada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987. Gran parte de la Gran Muralla tiene fama de ser el mayor cementerio del mundo. Aproximadamente 10 millones de trabajadores murieron durante su construcción. No se les enterró en el muro en sí, sino en sus inmediaciones.
El día 26 de enero de 2007 se dió a conocer que la muralla china fue elegida como una de las ganadoras en la lista de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.
La Gran Muralla está hermanada con la muralla romana de Lugo, Galicia, España, también designada Patrimonio de la Humanidad.
Las provincias, municipalidades y regiones autónomas por las que pasa la Muralla son (en orden alfabético, debido a que la ramificación de la estructura no permite hacer un seguimiento continuo): Gansu, Hebei, Henan, Hubei, Hunan, Jilin, Liaoning, Mongolia Interior, Ningxia, Pekín, Qinghai, Shaanxi, Shandong, Shanxi, Sichuan, Tianjin y Xinjiang.
Si bien se han conservado algunas partes al norte de Pekín y cerca de centros turísticos, e incluso reconstruido, la muralla está en mal estado en muchos lugares. Las partes desaparecidas han servido como fuente de piedras en la reconstrucción de viviendas y carreteras.
No hay un inventario exhaustivo de la muralla, por lo que no es posible decir cuánto de ella sobrevive, especialmente en las zonas remotas.
Más de 60 kilómetros de la muralla en la provincia de Gansu pueden desaparecer en los próximos 20 años, debido a la erosión de las tormentas de arena. En esos lugares, la altura de la pared se ha reducido de más de cinco metros a menos de dos metros. Las torres vigías que caracterizan a las más famosas imágenes de la muralla han desaparecido completamente.
Muchas secciones occidentales de la muralla se construyeron a partir de barro, en lugar de ladrillo y piedra, y por lo tanto son más susceptibles a la erosión.