Desde sus orígenes, Montblanc ha sido reconocida como la gran pionera de los artículos de escritura.
Poco a poco la marca ha evolucionado hasta ofrecer los que podrían considerarse como los compañeros de vida de millones de usuarios. Fue el año de 1906, aquel que vio nacer a esta creación que revolucionó el arte de la escritura, cuando -durante un viaje trasatlántico a América- el banquero de la ciudad alemana de Hamburgo, Alfred Neheimas, y el ingeniero berlinés August Eberstein, tomaron la inspiración para crear un nuevo proyecto de innovación y calidad estilográfica, en conjunto con su socio Claus Voss.
Esta especial mancuerna de ideas, dio como resultado una serie de artículos con tecnología contra fugas, y un convertidor a émbolo, que marcaría un hito dentro del mundo de la escritura. Originalmente la marca se llamaba ‘Simplo Filler Pen Co’, y su primer producto de calidad Premium, fue una colección de plumas de seguridad conocidas como ‘Rouge et Noir’, creadas en 1909. Un año más tarde, ‘Montblanc’ adoptó su nombre actual, en honor a la montaña más alta de Europa, la cual representa una visión de excelencia, calidad y rendimiento; como ningún otro símbolo. También se lleva a cabo el lanzamiento de la pluma estilográfica Montblanc, técnicamente perfeccionada.
Cada artículo Montblanc, incluye dentro de su diseño, la emblemática estrella blanca de seis puntos, esto con el objetivo de hacer alusión a los seis glaciares cubiertos de nieve de la majestuosa montaña que inspiró a la empresa, y desde entonces, forma parte de cada complemento fabricado por la firma. El punto blanco en el capuchón, es el precursor de la que sería la estrella blanca más famosa del mundo.
París y Londres se convierten en las sedes más representativas de Simplo, en el extranjero.
El equilibrio entre funcionalidad, belleza e innovación despegó de tal forma, que en 1924 se lanzó el artículo más famoso que ha producido esta firma: la ‘Meisterstück’, una obra maestra de la precisión grabada con el número 4810, otra referencia al Mont Blanc, y a su altura.
Así comenzó su próspera carrera como uno de los artículos de escritura, más aclamados del mundo. A finales de los años veinte, Montblanc se expande rápidamente como una marca reconocida en más de 60 países.
La piel juega un papel fundamental para la empresa, pues desde 1926, ellos comenzaron a ofrecer piezas que incorporan cuero saffiano, como portaplumas y cuadernos. Por ello, la Casa inauguró su propio taller de piel en Offenback Alemania, y posteriormente la Pelletería Montblanc, en Florencia.
Destruidas durante la segunda guerra mundial, las instalaciones de Montblanc, se reconstruyen pronto. Durante este duro período, las plumas estilográficas Montblanc, se fabrican también en Dinamarca. Se abren nuevamente oficinas de representación en el extranjero. 1952, año del lanzamiento de la legendaria ‘Meisterstück 149’, y el comienzo de su próspera carrera como el artículo de escritura más aclamado del mundo. La pluma estilográfica, se convierte rápidamente en el símbolo supremo para la cultura de la escritura, y en un icono de estilo para la estética perfecta e intemporal del diseño.
En el año de 1989, y para terminar este proceso de reposicionamiento en el sector del lujo, Montblanc se instaló en una nueva sede diseñada en Hamburgo, congregando las actividades de diseño, producción y administración, así como el Museo de la firma.
Un año después, Montblanc abre su primera boutique en Hong Kong. Tras el inicio de su actividad en Asia, las primeras tiendas europeas abren sus puertas en París y Londres; así comienza la expansión de la cadena internacional de boutiques Montblanc, que cuenta actualmente con más de 350 boutiques, en más de 70 países.
Aunque Montblanc es una marca centenaria, la manufactura de relojes no comenzó hasta el año 1997, y siendo ésta una casa alemana, la decisión de establecerse en Suiza, remarcaba su idea de convertirse en un gran jugador en la primera división relojera, para lo que creó la marca independiente ‘Montblanc Montre S.A.’ y se ubicó en una preciosa casa de estilo Art Nouveau de Le Locle. En el Salón Internacional de la Alta Relojería de Ginebra, la firma alemana presentó en 2008, el calibre MB R100, el primer movimiento plenamente fabricado a mano en sus talleres.
Este reproduce al Nicolas Rieussec Monopusher Chronograph, y homenajea también, al inventor del cronógrafo, Nicolas Rieussec.
En el año 2010, Montblanc presentó su modelo, ‘Metamorphosis’, que impuso los nuevos estándares en relojería, con su diseño y funcionamiento innovador, y cambiando de cara, de forma nunca vista antes.
En 2015, la firma alemana presentó su modelo ‘TimeWalker Urban Speed e-Strap’, que combina un reloj TimeWalker con una e-Strap bastante práctica, dotada de una tecnología con funcionalidades como: notificaciones inteligentes, controles remotos, y Find-Me.
Montblanc celebró su 110 aniversario en el año 2016, con una nueva colección de artículos de escritura, productos de piel, joyería para hombre; y relojes que celebran el espíritu pionero de la Casa, desde su fundación.