Jugar con improvisados palos y un disco fue el principio de lo que se llama hoy en día, el Hockey Subacuático.
El hockey subacuático es un deporte que se juega en el fondo de una piscina de natación entre dos equipos, cada uno de 6 jugadores y un máximo de diez jugadores. Compiten en una piscina profunda, cuyo objetivo es marcar un gol en la portería del equipo contrario para marcar puntos. Los jugadores están equipados de un palo pequeño o stick, visores, tubo de respiración y aletas. Los cuatro jugadores que no participan en el partido pueden ser sustituidos continuamente en juego, desde una zona de cambio.
La Armada Británica inventó el hockey subacuático en la década de 1950, para mantener a sus buzos en forma y mejorar su capacidad de moverse y trabajar eficientemente bajo el agua. Poco después, el juego llegó a Australia y se ha convertido en un deporte rápido, dinámico, jugado en más de 20 países. El hockey subacuático se juega en una piscina de 25 por 15 metros de 2 a 4 metros de profundidad.
La particularidad de este deporte reside en que se trata del único deporte subacuático de equipo. Su práctica requiere un esfuerzo considerable. Los jugadores pasan varios segundos debajo del agua para después subir para recuperarse y ponerse en posición para seguir en juego. El disco, que pesa alrededor de 1,5 kg, debe ser empujado por la superficie del fondo de la piscina, y debe tocar el fondo de la portería para ser considerado gol.
Los partidos tienen una duración de 33 minutos, divididos en dos tiempos de 15 y un período de descanso de tres minutos.
La página oficial de la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas, CMAS, resalta que se trata de un deporte que no es de contacto, por lo que puede atraer a personas de todas las edades.
Quienes lo practican reconocen que no se trata de la modalidad más atractiva para el espectador en vivo, ya que la mayor parte de la acción ocurre debajo del agua, pero que gracias a la difusión de los partidos por internet, su popularidad ha ido en aumento.