El pintor británico David Hockney, se convirtió en el artista más caro del mundo, con su obra ‘Portrait of an artist’ (Pool with two figures), vendida por 90 millones de dólares.
La obra casi redobló el valor de ‘Balloon dog’, de Jeff Koons, vendida en 2013. Este cambio de paradigma estético, deja atrás las superficies esmaltadas de las obras industriales de Koons, y consagra nuevamente la pintura.
Es la pintura sin drama de un hombre infeliz, agobiado por el recuerdo de su amor perdido. Peter Schlesinger, su examante y exalumno, lo había abandonado un año antes.
David Hockney, nació en Reino Unido en 1937, y desarrolló parte de su obra en ese país, el tiempo que vivió en California, a partir de los 60; le dio un nuevo aire a su pintura. De ahí, surgió un nuevo tratamiento de la luz y colores, a través de obras en acrílico, donde las piscinas y paisajes de tonos cálidos, son protagonistas.
Si bien su carrera se ha concentrado en la pintura, Hockney también ha incursionado en otros formatos. En los 80, comenzó a elaborar collages, a partir de fotografías.
También ha trabajado diseñando escenografías y vestuario para óperas, en espacios como el Metropolitan Opera House y el Royal Court Theatre, en Londres.