No necesitas ir a la playa o esperar al verano para disfrutar del descanso en una hamaca. Aquí te decimos cómo puedes integrarla a tu hogar sin perder tu estilo.
Hoy vamos con una lista de propuestas que nos inspiren para poner una hamaca en nuestras vidas. Sin duda es uno de los objetos de deseo en el verano, todos soñamos alguna vez con tumbarnos en una de ellas y mecernos suavemente a la sombra mientras leemos un buen libro disfrutando del máximo relax.
Muchas veces no nos animamos con ella porque pensamos que no tenemos espacio para colocarla, porque nos parece muy complicado el anclaje o porque creemos que no le vamos a sacar mucho partido... Sin embargo, hay soluciones para espacios de todo tipo y ajustados a cualquier presupuesto que nos pueden ayudar a que todos disfrutemos de nuestra hamaca ideal.
Para conseguirlo, aquí te decimos cómo puedes decorar tu casa con una hamaca, no solo en un espacio abierto, sino en interiores.
Si bien las hamacas son principalmente de algodón, puedes encontrarlas en diversos materiales. Seleccionar el adecuado te garantizará mantener la armonía con tu espacio sin sacrificar el sentido apacible que esta puede introducir. Esto también aplica para los colores, que no necesariamente deben ser cálidos o neutros. Lo importante es que encuentres aquella hamaca que verdaderamente mantenga el diálogo con el resto de nuestro hogar.
Obviamente si tenemos una hamaca es para disfrutarla al aire libre, así que la mejor idea será instalarla en el lugar que pueda darnos mayor paz y relajación. Si cuentas con una piscina, prueba colocándola sobre esta; en el jardín, debajo de un árbol con sombra adecuada, y en una terraza, en el espacio que menos interfiera con el tránsito natural o los rayos directos de sol.
En caso de que no tengas suficiente espacio en ambientes naturales, puedes dejar tu hamaca al lado de una ventana o la puerta de un balcón, tal vez en un dormitorio o incluso en el estudio. Así, podrás tener luz natural y la posibilidad de una corriente fresca de aire. Además, esta será la mejor idea para aquellos espacios elevados y con una vista panorámica.
Una hamaca no necesariamente implica grandes áreas para su uso. Al contrario, con un poco de imaginación puedes maximizar tus espacios y optar por muebles específicos, como una silla colgante o también llamado columpio, que si bien no te permite recostarte de la misma forma que lo harías con una hamaca, sí es una excelente forma de relajarnos y tener el movimiento lúdico tipo mecedora.
Así como una pieza de arte o un muro colorido pueden ser los centros de atención en cualquier habitación, la hamaca puede cumplir con este objetivo. Consíguelo con una decoración sobria alrededor y detalles especiales en la hamaca como el tejido y las formas que tenga.
Nada mejor que una hamaca para hacer separaciones dentro de habitaciones muy amplias, por ejemplo entre la sala de estar y el comedor, cuya esencia siempre es mantenerse unidas pero con las debidas marcas espaciales para cada lugar. Para este efecto, la hamaca funciona a la perfección, ya que evita los muros, pero propicia la sutil separación. Aprovecha las columnas y las trabes para suspenderla y que quede a una altura funcional y segura.
Pensar en una hamaca a veces nos lleva a lugares muy informales o incluso a que la misma pieza será en extremo rústica. Olvídate de eso, pues existen hamacas con diseños sofisticados y materiales más arriesgados –por ejemplo con metal y madera- para mantener la línea moderna de tu decoración. Por ello, una hamaca puede ser totalmente versátil y funcional. Deja que tu creatividad te guíe y el resultado será un apacible descanso desde la intimidad de tu hogar.