¿Cómo reaccionarías ante una situación de pánico extremo? Muchas personas, afortunadamente, no lo saben ni lo sabrán.
Pero quedarse congelado, aturdido, paralizado por el miedo, es una reacción involuntaria, común de nuestro cuerpo, aunque pelear o salir corriendo nos parezca, en frío, lo más adecuado. Esa respuesta cerebral tiene un nombre: inmovilidad tónica.
En los animales se considera una reacción evolutiva de adaptación ante el ataque de un depredador, cuando la resistencia no es posible y no hay otros recursos disponibles.
Pero si bien ha sido ampliamente observada en animales, todavía no ha sido muy estudiada en humanos.
Los expertos lo describen como un estado temporal de inmovilidad motora, en respuesta a una situación de miedo extremo, y tanto psicólogos como psiquiatras creen que se da con frecuencia en casos de violación y de otros eventos traumáticos, como maltratos, atracos, agresiones o accidentes graves.
Esta respuesta cerebral involuntaria, es consecuencia de nuestro programa evolutivo, como una estrategia básica de defensa.
Según explica el psicólogo del departamento de psiquiatría de la Universidad de Harvard, en medio de un ataque lo que domina es ‘el circuito cerebral del miedo’.
El córtex prefrontal (o corteza prefrontal, la región que nos permite pensar racionalmente) puede quedar gravemente inhabilitada, y todo lo que nos queda, pueden ser reflejos y hábitos. La disociación, es otra respuesta, reflejo común de nuestro cerebro, ante una situación traumática.