Un insecticida es un producto concebido para proteger las plantas y eliminar los insectos considerados indeseables o dañinos como las cucarachas, las pulgas, las chinches, las arañas, etc. El insecticida biológico o natural está elaborado respetando el medioambiente y nuestra salud.
Los insecticidas naturales actúan inmediatamente sobre los insectos dañinos por contacto o ingestión. Su bajo nivel de adherencia hace que se deba aplicar un par de veces cada tres días.
¿Qué plantas son insecticidas?
El pelitre
Sus flores, secas o frescas, producen una substancia llamada piretrina, que se comercializa en líquido o en polvo y ataca el sistema nervioso de los insectos, sobre todo, de ácaros, pulgas, chinches, escarabajos, moscas, etc.
El nim
Esta substancia se extrae de la margosa, un árbol típico de las zonas tropicales de México, Argentina, África y el sur de Asia. Su fruto se conoce, desde hace siglos, por sus virtudes insecticidas y fungicidas. El nim combate diferentes tipos de moscas pequeñas, las chinches así como las arañas rojas.
¿Cómo fabricar tu propio insecticida?
Puedes crear tu insecticida bio y hacer que sólo combata los insectos dañinos: los escarabajos, por ejemplo, son necesarios para el equilibrio de la naturaleza, por lo tanto, es importante no eliminarlos.
Recetas caseras
La maceración a base de nicotina combate el pulgón, las orugas, las pulgas de tierra, etc. Introduce el contenido de un paquete de tabaco en una tela vieja, deja que macere en 10 litros de agua (de lluvia o mineral) durante 10 días y, a continuación, fíltralo. Diluye cada 2,5 litros del fluido resultante en 10 litros de agua. Antes de utilizarlo, añade 100 g de jabón negro y mézclalo bien.
Una alternativa a los insecticidas naturales: los repulsivos
La concentración de los activos y los ingredientes utilizados determinarán la calidad del producto. En lugar de eliminar los insectos, puedes optar por los repulsivos y hacer que huyan por el olor. La lista de las diferentes plantas que se utilizan en este tipo de preparados es larga. Nosotros te proponemos algunas recetas.
Repulsivos de jardín
Este repulsivo a base de ajo es útil contra todo tipo de insectos. Además, también funciona como fungicida eficaz contra el óxido.
Repulsivos de interior
Antipolillas. Es mejor el alcanfor o la madera de cedro que la naftalina, pues ésta es peligrosa para la salud. Introduce pequeños trozos de madera en sacos de lino, el olor alejará las polillas y las moscas.
Antimosquitos. Puedes utilizar esencia de lavanda, de toronjil o clavo en la piel (pero en pequeñas cantidades para no quemarte) o vaporizarlo en las habitaciones.
Para saber más
Es preferible utilizar insecticidas por la noche o por la mañana temprano y nunca en días de mucho viento. En interiores, se aconseja airear después de cada vaporización. Protégelos del aire y la luz y sobre todo no los dejes al alcance de los niños.