Investigadores aseguran que deben ser una parte importante de nuestra dieta.
Los insectos tienen una gran cantidad de nutrientes y la humanidad los ha consumido desde hace miles de años, pero la mayoría no estamos tan convencidos de añadirlos a nuestra alimentación regular. En Asia, América del Sur y África se consumen alrededor de 2 mil especies de insectos, que van desde los saltamontes crujientes fritos en los mercados de Tailandia, las larvas de avispa en Japón y los chapulines en México.
Los insectos han sido considerados por diferentes investigadores como superalimentos, incluso la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha evaluado sus beneficios ambientales y para la salud.
En primer lugar, los expertos señalan que los insectos podrían ayudar a abordar dos de las crisis más graves que el mundo enfrenta actualmente: la inseguridad alimentaria y la crisis climática. De acuerdo con la FAO, la agricultura y la ganadería es el principal impulsor de la pérdida de biodiversidad mundial y un importante contribuyente en las emisiones de gases de efecto invernadero. Por su parte, el cultivo de insectos utiliza una mínima cantidad de recursos como tierra, energía y agua, y su huella de carbono es significativamente menor.
Al mismo tiempo, los insectos pueden ser una gran fuente de nutrición para la población en general y en especial para países en desarrollo, los investigadores revelan que son una carga de nutrientes en un paquete pequeño. Los insectos son ricos en proteínas, vitaminas, grasas saludables, como: ácidos grasos omega 3, 6 y 9, fibra y minerales como: hierro, calcio, magnesio, fósforo, selenio y zinc.
La cantidad de proteína que aportan algunos insectos es incluso mayor a la que tienen los frijoles o las lentejas, además son fáciles de digerir y pueden prepararse de diferentes maneras, ya sea fritos, estofados, cocidos, guisados, asados o como nos gusta en México, con limón y sal.
De acuerdo con el informe de la FAO, los insectos más consumidos a nivel mundial son:
En México los más populares y que forman parte de la gastronomía tradicional desde la época prehispánica son; los escamoles, los jumiles y los chapulines. Aunque son considerados superalimentos y excelentes opciones para complementar la dieta, la cantidad de nutrientes que aporten dependerá de las porciones que consuma.
Los investigadores aseguran que cada vez más personas de países occidentales se abren a la idea de añadir insectos en sus dietas, solo es cosa de atreverse a probar más recetas que nos ayuden a disfrutar de este nutritivo y sostenible alimento.