Las emociones forman parte de su vida. En su día a día, en los distintos escenarios de su existencia, convive con emociones.
Sin embargo, no siempre damos la importancia necesaria a este espacio de nuestra vida. La escucha activa, la empatía, la comunicación asertiva y autoayuda; son conceptos habituales en el ámbito de la psicología positiva. Sin embargo, el bienestar también puede materializarse a través del lenguaje de la decoración, como muestra la perspectiva del interiorismo emocional.
Decoración que expresa emociones
Este método de interiorismo, es aquel que le permite identificar como propio, un espacio, es decir, le ayuda a conectar el concepto de casa, con un verdadero hogar.
Su casa es el escenario en el que vive algunos de los momentos más importantes de su existencia; es un lugar de intimidad.
La belleza expresada a través de las emociones felices
A partir de la interpretación de esta estética, la verdadera belleza decorativa no se mide en términos objetivos de diseño, sino en emociones agradables como la ilusión, la gratitud y la motivación. Esto implica llevar el humanismo hasta el corazón de su hogar, al recordar que la familia que habita ese espacio, es el centro de todas las decisiones.
Comience por poner orden en el caos
Para comenzar con el proceso de definir una estancia emocional, es recomendable comenzar con la acción previa de eliminar todo aquello que sobra, puesto que la tendencia hacia la acumulación materialista, dificulta el objetivo necesario de establecer una preferencia de expectativas entre aquellos elementos que realmente tienen que estar en casa, porque son emocionales para usted. Es decir, tienen una historia o un valor que conecta con su estado de ánimo. Este es el mejor modo de simplificar para volver a crear desde el corazón.