Hacer los jardines más resistentes a la sequía no se trata de desenterrarlas y comenzar de nuevo, sino pensar en el cultivo adecuado al suelo, la elección de plantas y el mantenimiento.

Tomar unas sencillas medidas de ahorro y prevención, como son la protección del suelo con un acolchado o con plantas cobertoras que mitiguen la evaporación, la instalación de riego por goteo y la elección de especies que apenas necesitan agua para su correcto crecimiento, darán la tranquilidad de que el jardín soportará sin sufrir las restricciones de riego.

Acondicionar correctamente el suelo es esencial para el éxito de la plantación. Labrar cuidadosamente la tierra para descompactarla es la operación clave, sobre todo si el terreno es seco; de esa forma las raíces profundizarán más rápidamente, y la planta podrá resistir mejor la falta de agua. Si el suelo es demasiado rocoso se deberán abrir huecos quitando piedras y rellenarlos con tierra. Utilizar abono para el jardín, el compost de setas, corteza compostada, o estiércol bien descompuesto; son todas formas adecuadas de usar materia orgánica.

Es importante aplicar la cantidad suficiente de fertilizantes porque las plantas utilizan el agua más eficientemente donde los niveles de nutrientes son suficientes. Pero no demasiado fertilizante, ya que esto puede animar un crecimiento demasiado exuberante en verano, requiriendo riego extra, y luego ser dañado por las heladas en invierno. Las plantas en general, pero sobre todo las adaptadas a la sequía, no toleran el encharcamiento, sobre todo cuando hace frío en otoño e invierno. Por lo tanto, si el suelo es arcilloso o existen problemas de drenaje en el jardín será necesario resolverlos antes de plantar.

Elegir las plantas con color gris-verde o plata, ya que reflejan los rayos del sol, ayuda a conservar la humedad dentro de los tejidos vegetales.

Opciones de plantas

Perovskia atriplicifolia (Salvia rusa)

Cuando está en flor, este arbusto formado por ramillas aterciopeladas muy finas y erectas de color blanco, crea una sensación de bruma azul lavanda gracias a sus largas y abiertas espigas de florecillas llenas de néctar, imán para las abejas y mariposas.

Cistus (Jaras)

Ofrecen varias opciones a la jardinería de bajo riego por el color de las flores, y el tamaño de las plantas. Muchas huelen maravillosamente gracias a la resina que impregna el follaje. Siempre que el drenaje sea perfecto, pueden vivir en cualquier tipo de suelo.

Lavándula

Las perfumadas Lavándula angustifolia o Espliego, Lavándula dentata y Lavándula stoechas o Cantueso resisten bien la sequía y el calor. La Lavándula dentata es la que mejor soporta la falta de agua, no pierde la hoja y da flor prácticamente todo el año, aunque es menos rústica (no soporta temperaturas de -6º).

Catananche caerulea (Hierba de Cupido)

Desde unas matas de apenas 10-15 centímetros de altura formadas por hojas alargadas y finas surgen las flores de color azul al cabo de largos pedúnculos. Las hojas son pequeñas, alargadas y estrechas, de tacto suave; persisten o caen según el clima.

Opciones para riego ecológico

Por goteo enterrado o en superficie: Evita los daños a las hojas y la pérdida por evaporación típica de los aspersores.

Profundo y espaciado: Favorece la formación de raíces verticales capaces de llegar a las capas húmedas y mejora la resistencia de la planta a los períodos secos. Son riegos muy lentos y largos, semanales o incluso mensuales.

Con compuestos de lenta liberalización: Son geles que proporcionan agua y nutrientes de manera constante.