Cultivar tu propio jardín cuando tienes un terreno es muy fácil, pero cuando se vive en una selva urbana, ¿cómo lo hacemos?

Podemos aprovechar cada centímetro cuadrado de nuestro balcón, el borde de las ventanas o algún pasillo desocupado para improvisar nuestro pequeño rincón de naturaleza. Hay que admitir que habilitar un espacio para nuestro jardín y después mantenerlo, no es tarea fácil. Hay varias cosas que deberías saber antes de lanzarte a la aventura de crear un jardín urbano en tu casa. A continuación te damos una serie de consejos para que tu jardín urbano crezca rápido y feliz:

Ten cuidado con sobrecar un balcón

No es ningún secreto que un huerto pesa lo suyo. Limítate a un centenar de kilos si tienes un balcón antiguo y llega hasta 300 si posees uno bastante resistente.

¡Sol!

Para desarrollarse, las plantas necesitan el sol. Lo ideal es que coloques las plantas hacia el sur o suroeste. Aún cuando sean plantas de sombra éstas necesitan algo de sol, ubícalas cerca de una ventana para que por lo menos les llegue un rayito de sol diariamente.

Macetas como deben ser

Haz que tus plantas o verduras crezcan en macetas de barro o de arcilla. El plástico impide que las raíces respiren y el metal puede provocar que con el sol las plantas se cuezan.

Encontrar la medida idónea

Una planta o un arbusto ocupan lo mismo dentro de una maceta que fuera de ella. Si la planta ya creció mucho puedes podarla o dividirla en dos macetas y regalar la nueva planta.

Nutrientes

Para sacar el mayor rendimiento a las flores de temporada, éstas deben ser abonadas semanalmente con un abono líquido especial para floración mezclado en el agua de riego.

Naturalidad ante todo

Sustituye los abonos químicos por abonos de granja o composta casera. Puedes evitar que la tierra se compacte mezclando hojas secas y cáscaras de frutas al momento de sembrarlas, que además será un gran alimento para tus plantas.

Mantente a la escucha

Cada planta o vegetal tiene sus necesidades. Utiliza sustratos adaptados.

Adopta buenos hábitos

No riegues el jardín cuando dé el sol de lleno, hazlo cuando te levantes y concentrándote en la tierra, con la reverberación del sol las hojas podrían “quemarse”.

Ten en cuenta

En caso de exceso o de falta de riego, la planta se marchita y el follaje amarillea. En ese caso remueve la tierra. En el caso inverso, deja que la tierra seque y transplántala a otra maceta.

La jardinería aporta muchos placeres estéticos, pero además se pueden satisfacer placeres gastronómicos si dedicamos una parte de nuestro jardín a crear una huerta. Hay una gran selección de verduras y hortalizas que puedes sembrar en un espacio reducido: lechugas de diferentes tipos, remolachas, calabacines, cebolletas, pimientos, tomates, orégano, tomillo, menta.

Tu sólo tienes que escogerlas y poner manos a la obra.