Kingii es un gadget que cualquier persona puede llevar a modo de pulsera en su propia muñeca. En el momento que una persona vea peligrar su vida, no tendrá más que pulsar un botón del aparato.
La temporada de playa y piscina se aproxima, y con ellos los tan temidos incidentes por ahogamiento, y por ello Kingii puede convertirse en una herramienta fundamental para ello. Se trata de un pequeño dispositivo que funciona a modo de flotador y es capaz de impulsar a la superficie a cualquier persona.
Se coloca como reloj de pulsera y se activa pulsando un botón que dispara una carga de dióxido de carbono que infla un flotador en menos de un segundo. El sistema es el mismo que el de los salvavidas que están disponibles en los aviones y, aunque su tamaño es pequeño, es capaz de mantener a salvo a un adulto.
El dispositivo, de solo 160 gramos de peso, se adapta a las muñecas de todas las personas mayores de seis años. Cuenta con un cartucho reemplazable de CO2 que se abre cuando se tira de la pequeña palanca; el gas liberado llena la bolsa, que se guarda en un pequeño compartimento.
La ventaja de este wearable es que se puede reutilizar, para esto, después de cada uso se debe desinflar el globo, doblarlo y ponerlo de nuevo en su compartimiento, eso sí, el cartucho de CO2 debe reemplazarse. Después de esto, Kingii está listo para ser utilizado de nuevo.
El miniflotador es de color naranja, para que resulte fácil de ver, y su forma hexagonal permite agarrarse a él con facilidad. El equipo se complementa con un silbato para pedir ayuda y una pequeña brújula integrada en la pulsera.