Hoy en día, Fallingwater es un monumento nacional en Estados Unidos que funciona como museo, y pertenece al Western Pennsylvania Conservancy.
La residencia Kaufmann, más conocida como ‘La Casa de la Cascada’, es una vivienda diseñada por el arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, y construida entre 1936 y 1939, sobre una cascada del río Bear Run, en el condado de Fayette; del estado de Pensilvania, Estados Unidos.
Frank Lloyd Wright, es ampliamente considerado como el mejor arquitecto estadounidense, y a su vez, ‘La Casa de la Cascada’, su obra maestra; así como uno de los hitos principales de la arquitectura del siglo XX. ‘La residencia más famosa que se haya construido’, se convirtió en un ícono de la época, tras ocupar la portada de la revista Time, en enero de 1938.
Fallingwater sigue los principios de arquitectura orgánica, enfatizados por Wright en su escuela y estudio Taliesin. Básicamente consiste en integrar en una unidad (edificación) los factores ambientales del lugar, uso y función, materiales nativos, el proceso de construcción y el ser humano o cliente.
Del terreno del lugar, se extrajeron rocas que conforman mamposterías de la parte baja de las fachadas del edificio, colocadas en ese lugar para crear una progresión desde la roca natural del suelo, hasta el hormigón de las partes altas. El resto de las fachadas es de color crema, color contrastante con el entorno verde o color marrón.
Los materiales utilizados para la construcción de esta casa, fueron: hormigón, piedra rugosa, piedra nativa, madera y acero.
En el interior de ‘La Casa de la Cascada’, se encuentran habitaciones singulares por su distribución, ubicación y acabados. Al entrar en la casa por la entrada principal, situada en la cara norte, se accede a una pequeña habitación con función de recibidor, ubicada bajo las escaleras que conducen a la segunda planta.
Pasada dicha habitación, se entra en la sala de estar, el habitáculo más grande de la casa, desde el que se divisan unas vistas espléndidas del bosque que rodea la vivienda.
Con esta obra, Wright consigue la máxima libertad de expresión, manteniendo la armonía con el entorno. Con la integración de agua, árboles, roca, cielo y naturaleza; en toda la vivienda se cierra una cierta visión romántica de la casa, pero se abre una nueva dimensión espacio-temporal para el refugio del hombre