Joan Miró es uno de los artistas catalanes más universales. A pesar de que falleció hace más de tres décadas, su legado todavía sigue muy presente en la Barcelona.
Tanto que, año tras año, atrae a miles de personas interesadas en conocer más de cerca su obra y su figura.
Para todos aquellos a quienes fascine la figura del artista catalán, existe una ruta temática centrada en él que recorre diferentes puntos de la Ciudad Condal, en los que es visible su huella.
AEROPUERTO DE EL PRAT
A partir de aquí, comienza el viaje a través de los sueños, los colores y formas del artista de Barcelona. Miró es uno de los artistas más versátiles y fascinantes del siglo XX, dadas sus habilidades como pintor, escultor y ceramista. Un hombre fuera de la norma, que ayudó a cambiar el método convencional de pintura y propulsar la libre mezcla de diferentes técnicas artísticas.
Y es que justo en la fachada de este Aeropuerto un gran mural de piezas de cerámica, da la bienvenida a millones de visitantes. Como no podía ser de otra manera, es obra de Joan Miró, y en él brillan sus colores característicos.
FUNDACIÓN MIRÓ
Esta fue otro de los grandes proyectos del catalán. Con más de 14.000 piezas, su colección ofrece un completo recorrido por la trayectoria artística de Miró y de las muchas y diversas técnicas utilizadas a lo largo de su carrera. Las 217 pinturas, las 179 esculturas, los diferentes grabados y textiles y sus más de 8.000 dibujos permiten conocer a fondo el proceso creativo del genial artista catalán.
‘DONA I OCELL’
Su espíritu multifacético y experimentador, llevó a Miró a utilizar diferentes técnicas de pintura y escultura en obras con el trabajo excéntrico más espontáneo e infantil que caracterizó la última parte de su producción artística.
Un ejemplo de ello, es la famosa escultura ‘Dona i Ocell’ (Mujer y Pájaro), construida en 1983, en el Parque de Joan Miró, dedicado al artista, poco antes de su muerte. Esta impresionante obra de 22 metros de altura, es una mujer con un sombrero y un pájaro en la cabeza. Completamente cubierta de cerámica de color rojo, amarillo, azul y verde, fue la última gran obra del artista.
EL MOSAICO PLA DE L’OS
Y por último, no puede perderse sin duda, su trabajo más popular: el mosaico ‘Pla de l’Os’. Hecho en el suelo de la Rambla, no hay turista que no lo haya visto y ‘pisoteado’. Con sus formas simples en rojo, azul y amarillo, es ya un emblema para quienes quieran adentrarse, en el lenguaje de uno de los artistas más curiosos y fascinantes del siglo XX.