El descubrimiento arqueológico se remonta a más de 4.000 años, pero la vibrante pintura de los relieves parece casi tan fresca, como el día en que se pintaron.
Descubierta en la ‘necrópolis de Saqqara’, ubicada en el sur de El Cairo, por un equipo de arqueólogos bajo la dirección del egiptólogo Mohamed Magahed, la tumba de Khuwy ha sorprendido, por el estado de las pinturas. La tumba, que se remonta a la Dinastía V, se compone por una capilla con la planta en forma de L, y una cámara funeraria, donde fueron descubiertos los restos de un sarcófago, realizado en piedra caliza.
Lo que tiene fascinados a los arqueólogos, es que en el interior de la tumba, la pintura de los relieves parece casi tan fresca, como el día en que se pintó, están decoradas con escenas que muestran al finado ante los dioses, y arrojan luz sobre los quehaceres diarios.
El diseño inusual, reflejó las reformas del faraón, de la administración estatal y los cultos funerarios, lo que llevó a un nuevo enfoque de las tumbas, dicen los expertos.
Junto con las representaciones de la tumba, los arqueólogos también encontraron la momia de Khuwy, y los frascos canópicos, utilizados para contener los órganos corporales que se dividían en varias piezas. Con este último descubrimiento, los investigadores esperan obtener una mejor perspectiva del reinado de 40 años de ‘Djedkare Isesi’.
Esta tumba es solo la última, de una serie de descubrimientos arqueológicos del Ministerio de Antigüedades. En el año 2018, revelaron algunos dibujos ‘excepcionalmente bien conservados’ en Saqqara, y descubrieron un masivo cementerio de gatos encontrados, junto con una colección de escarabajos momificados.