¿Qué pasaría si existiera un efectivo método en donde nunca más tenga que comprar pañales porque su bebé le avisará de sus necesidades?
Casi en todos los países occidentales, los padres suelen empezar a retirar el pañal y enseñarles a sus hijos a usar la bacinica entre los dos y los tres años de edad. Eso significa que, calculando 4 pañales al día por niño, al cabo de dos años y medio, las familias habrán contribuido a la contaminación del planeta con 3,650 pañales, que no son biodegradables.
Para remediar la gran contaminación causada por los pañales y también para mayor comodidad de los bebés, se creó el método Elimination Communication, que se refiere a la comunicación requerida a entablar con el bebé, para detectar cuando tiene la necesidad de orinar o excretar.
La estrategia que se debe seguir empieza con la observación de los niños con apenas días de nacidos para conocer sus ciclos de evacuación y las señales que presentan cuando se preparan para hacerlo, ya sean sonidos o posiciones. Una vez que detecte que se aproxima la evacuación, hay que poner al bebé en un orinal o en el baño. Los padres entonces sujetan al bebé encima de la bacinica y dicen una palabra clave.
Más adelante cuando el niño tenga confianza, esperará a ser sujetado y escuchar la señal antes de hacer pipí. Los padres pueden inventar cualquier palabra o ruido para comunicar al bebé el momento correcto para hacer sus necesidades. Se pueden utilizar palabras tal como ‘pipi’ y ‘popó’ o ruidos como por ejemplo un ‘shhhh’. En muchas culturas las mujeres usan un ruido sibilante que recuerda a agua corriendo. Sobre todo es importante usar una palabra que no se confunda con otras situaciones durante el día.
Si bien parece una tarea difícil y tediosa, sus defensores aseguran que las evacuaciones no son tan aleatorias como se cree. Existe la noción de que los bebés se liberan inesperada y constantemente durante el día, pero, al contrario, los bebés de manera natural eliminan heces y orina en momentos predecibles, como al despertarse o después de comer.
La situación ideal, aunque no es siempre posible, es que el bebé esté desnudo o casi desnudo. Si no es factible, intentar vestir al bebé con la menor cantidad de capas y usar ropa que sea fácil de quitar (sin botones, etc.) Hay algunas maneras de vestir al bebé para poder tener un acceso rápido.
La técnica es novedosa porque en su práctica, el bebé no necesita retener o controlar sus esfínteres hasta que su cuerpo se desarrolle lo suficiente para poder hacerlo. Los padres son quienes se entrenan para aprender a estar conscientes de los ciclos digestivos de los pequeños.
Quienes lo propulsan, además del evidente ahorro en dinero y en contaminación, destacan como ventaja una mayor conexión con el bebé y un menor riesgo de que aparezca irritación y dermatitis del pañal, pero no hay grandes beneficios para la salud del niño.