Venecia es una de las ciudades conocida por sus característicos canales de agua, sin embargo, poco se tiene idea de cómo fue construida sobre el agua.
En el norte de lo que llegó a ser Italia, la gente ya llevaba un tiempo buscando un lugar seguro, para protegerse de grandes invasiones de pueblos como los visigodos, y de poderosos guerreros como ‘Atila, rey de los Hunos’. Fue por eso que empezaron a construir -en el siglo V d.C.- una de las ciudades más hermosas del mundo, en un lugar inesperado: una laguna costera de 550 kilómetros cuadrados, cuyas 118 islas estaban a pocos centímetros sobre el nivel del mar.
Aunque los asentamientos fueron inicialmente de carácter temporal, los venecianos habitaron las islas de forma permanente. Para tener sus edificios sobre una base sólida, primero clavaron estacas de madera en el suelo arenoso. Esa punta ayudaba a enterrarlos, a punta de golpes, uno al lado del otro, lo suficientemente profundo para que penetraran la capa de arena y fango suelto, hasta llegar a donde la greda estaba comprimida, y así evitar que la edificación se hundiera y colapsara.
Una vez que estos pilares de madera estaban en su sitio, los cortaban horizontalmente para crear una superficie, sobre la cual ponían dos capas de gruesas tablas de madera, y una capa de bloques de piedra, hasta lograr una base sólida. Finalmente, los edificios fueron construidos en estas plataformas.
Un libro del siglo XVII, explica en detalle el procedimiento de construcción en Venecia, y demuestra la cantidad de madera requerida solo para los cimientos. Según este libro, cuando se construyó la iglesia ‘Santa María della Salute’, 1.106.657 estacas de madera, cada una de 4 metros, fueron clavadas bajo el agua. Este proceso tardó dos años y dos meses en completarse. Además de eso, la madera tenía que obtenerse de los bosques de Eslovenia, Croacia y Montenegro, y ser transportada a Venecia a través del agua.
Todos esos cientos de miles de pilares eran cortados de manera que quedaran bajo la línea del agua, de forma que la madera nunca estuviera en contacto con el aire (oxígeno), y eso los protegió de bacterias, hongos y organismos que causaran putrefacción.
Y, además de las condiciones anaeróbicas del lodo en las profundidades que protegieron los pilares, las aguas de la laguna contenían gran cantidad de minerales que la madera fue absorbiendo y rápidamente se petrificó. Para los venecianos locales, la inundación de la ciudad parece ser un fenómeno normal, ya que el nivel del agua aumenta una docena de veces al año. Estas inundaciones se conocen como ‘aqua alta’ (agua alta), y generalmente son causadas por mareas debidas a los fuertes vientos, marejadas ciclónicas y fuertes lluvias en el interior.
Sin embargo, esto está sucediendo con mayor frecuencia en los últimos años debido al aumento del nivel del mar causado por el cambio climático, y está comenzando a alarmar a la ciudad.