La fibra dietética tiene numerosas propiedades saludables, y no solo para la digestión.Pero un exceso también puede ser nocivo.

La fibra dietética es una parte importante de nuestra dieta, es un componente vegetal, que contiene polisacáridos y lignina, y que es altamente resistente a la hidrólisis de las enzimas digestivas humanas.

Además de ayudar a prevenir el estreñimiento, las dietas ricas en fibra, se consideran preventivas de enfermedades como la diverticulosis colónica, y ayudan a controlar la diabetes mellitus, la obesidad o el cáncer de colon.

Hay dos tipos de fibras que son importantes para el funcionamiento del intestino:

La fibra soluble, que ayuda principalmente a restablecer el tránsito intestinal y reduce también el colesterol. Se encuentra en el salvado de avena, la cebada, las nueces, las semillas, las lentejas y algunas frutas y verduras.

La fibra insoluble, le agrega volumen a las heces y ayuda a que los alimentos pasen más rápidamente a través del estómago y los intestinos. Este tipo de fibra, está en el salvado de trigo, las verduras y los granos integrales.

El consumo regular de fibra procedente de los cereales integrales, está asociado con una disminución de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, infecciosas y respiratorias, tanto en hombres como en mujeres.

Otros de los principales beneficios de la fibra, es que contribuye a mantener limpio y sano el intestino,  pues favorece el tránsito intestinal, y evita el estreñimiento y la acumulación de toxinas en el organismo.

Agregar fibra a la dieta es sencillo, y una dieta rica en fibra puede brindar beneficios en largo plazo para su salud y la salud de su familia. La fibra ayuda a mantener la regularidad de su intestino, en caso de estreñimiento.

Pero como en todos los casos, los excesos son malos, y es que consumir demasiada fibra en nuestra dieta, provoca ciertas contraindicaciones. Consumir excesiva fibra, puede provocar problemas intestinales.

Además, la fibra se caracteriza por eliminar ciertas sales minerales como: el hierro, el zinc o el calcio, y eso hace que deba compensar esta caída de minerales, con una alimentación bien equilibrada. Es necesario que se consuma más cantidad de agua, para así evitar la deshidratación.