La lucha libre en México nació en los años 30, luego de que Don Salvador Lutteroth Gonzáles fuese a Estados Unidos.
La máscara es lo más sagrado para algunos luchadores mexicanos, es parte del folclore en las arenas de lucha libre, es el recuerdo que extranjeros y locales compran para recordar el espectáculo que están a punto de presenciar, es casi un símbolo nacional que representa a México globalmente, no hay peor vergüenza para un luchador que perderla pero… ¿de dónde nació la tradición de usar máscaras en la lucha libre mexicana?
Todo empezó en 1933, cuando el fundador de la Empresa Mexicana de Lucha Libra (EMLL), Salvador Lutteroth, vio a un joven llamado Corbin James Massey luchar en Texas, el cual llamó su atención y lo trajo a México bajo el nombre de ‘Ciclón MacKey’, en su primera pelea Massey perdió y pasó desapercibido.
En 1934 el joven norteamericano regresó a nuestro país, pero no quería ser reconocido, por lo cual le pidió a Don Antonio Torres que le fabricara una máscara para ocultar su identidad, Torres se dedicaba a hacerle el calzado a los luchadores de la época.
Durante su primera lucha enmascarado, la tapa le fue muy incómoda, por lo cual volvió con Don Antonio Torres para confeccionar una nueva y mejorada máscara, el mexicano le tomó 17 medidas a la cabeza de Massey las cuales se mantienen como estándar para las máscaras actuales. Mientras Massey luchaba enmascarado, en los encordados nacionales usaba el mote de 'La Maravilla Enmascarada', sin saberlo el joven luchador estadounidense empezó a escribir una historia que se volvería tradición en México.
El primer luchador mexicano que optó por usar una máscara fue el ‘Murciélago Velázquez’, quien empezó usando una tapa que fue negra en su totalidad, además Velázquez fue el primer gladiador en ser desenmascarado en un combate de apuestas, al perder frente a Octavio Gaona. No obstante hasta la década del 50, los luchadores mexicanos empezaron a popularizar el uso de la máscara, surgiendo leyendas como: ‘El Santo’, ‘Blue Demon’, ‘El Rayo de Jalisco’, ‘Huracán Ramírez’, ‘Medico Asesino’, entre otros. Además de los mencionados anteriormente han destacado grandes enmascarados como: ‘Canek’, ‘Mil Máscaras’, ‘Dos Caras’, ‘Dr. Wagner’, ‘Lizmark’ y más recientemente ‘Rey Mysterio’, ‘Carístico’, ‘Sin Cara’, ‘Pentagón Jr’; entre otros.
Actualmente hay un sinfín de máscaras con diversidad de diseños y materiales con los que se fabrican; tanto rudos como técnicos las usan para mantener su vida privada lejos de los fanáticos de la lucha libre, así como para crear su personaje e intentar seguir haciendo crecer el legado de leyendas enmascaradas en México.