Durante estos últimos meses hemos aprendido y descubierto que en una vivienda se pueden realizar diferentes actividades como trabajar, hacer ejercicio o estudiar; es por ello que resulta importante cuidar este patrimonio con un seguro de casa.
El seguro es un instrumento de ahorro y que puede ser utilizado cuando ocurra una eventualidad, en las que el ser humano puede estar expuesto.
Lo que buscan las aseguradoras es generar una cobertura del patrimonio o bienes de cada una de las personas, es decir, hay personas que son dueñas directamente de las construcciones donde viven por lo que se cubren los tabiques, esas instalaciones que usan en el día a día; también dentro de esas edificaciones existe otra parte que es igualmente importante como los muebles, electrodomésticos, joyería, ropa, entre otras cosas, los cuales también se protegen.
Actualmente existe el seguro de desastres naturales que protegen las viviendas en donde se queda cubierta por un incidente como caída de rayos, granizadas, lluvias extraordinarias, nevadas, huracanes, sismos, erupción volcánica.
También existe una póliza que directamente para robo; y por último que es la de responsabilidad civil, que son los daños que se pueden ocasionar a terceros.
Cabe aclarar que el seguro del hogar puede ser tanto para dueños como para arrendatarios; el propietario asegura sus tabiques e instalaciones, si este vive ahí va a querer asegurar su todo lo que tienen dentro de la construcción, adicionalmente puede contratar el de responsabilidad civil y el de robo.
Para asegurar una vivienda, las compañías de aseguradoras toman tres factores para el cálculo de los precios: la ubicación de la propiedad, el precio de los bienes y las coberturas que tengan a contratar, entonces mezclando esas estos factores se obtienen el precio del seguro.