La contaminación en los océanos es un problema muy serio, que está afectando peligrosamente a la fauna y la flora que vive en ellos.
La llamada ‘isla de basura’, también conocida como: sopa de plástico, sopa tóxica, gran parche de basura del Pacífico o el gran remolino de basura del Pacífico; se conoció hace relativamente muy poco, pero no tardó en hacer aún más evidente la enorme y ya vieja problemática de contaminación, la de la irresponsable forma en la que vivimos y continuamos tratando el medio ambiente. Es el resultado de una ecuación muy fácil, que incluye factores como la desconsideración del Hombre, los desperdicios que produce y el medio ambiente.
La basura de la Tierra, lejos de terminar en la tierra, termina en los océanos, y este gran remolino de basura, es la prueba de ello. Aunque no se trata de la única en su tipo (actualmente también se habla de la existencia de algo igual en el océano Atlántico) y en realidad, existen varias sopas de basura, el gran remolino de basura del Pacífico constituye el más grande de todos.
En los medios se habla de cientos y cientos de kilómetros, y hasta puede encontrarse con quienes señalan que la sopa tiene casi 1 millón y medio de km2 y hasta 100 millones de toneladas de desperdicios. Pero la verdad es que las dimensiones reales, no se conocen con exactitud.
La Isla de la basura se formó por el resultado de la contaminación marina general. Toda la basura que contiene proviene de fuentes terrestres y de los barcos que arrojan sus desechos en alta mar. En el caso de las fuentes terrestres, se da un proceso encadenado:
1. Las fábricas elaboran productos.
2. Las personas los compran.
3. Los usan y los desechan.
4. La basura llega a ríos.
5. Los ríos desembocan en el mar y conducen consigo los desechos.
6. La basura llega al mar y forma parte de la Isla.
Ahora bien, ¿por qué la basura se concentra en una misma área? La respuesta está en los patrones de rotación de las corrientes marinas.
El giro subtropical del Pacífico Norte es un área remota que se mueve lentamente, captura el material de desecho de las corrientes marinas y con el tiempo, esta basura se mueve hacia el centro del giro, se acumula y queda atrapada ahí.
Uno de los mayores problemas de toda esta basura flotando en el mar es que las aves y los peces se están alimentando con ella e intoxicándose, por lo que mueren cientos de miles de especies cada año.
Además, el plástico también favorece la colonización de especies invasivas, que se adhieren a su superficie, desplazando a los miembros habituales del ecosistema.
Por ese motivo, son muchas las campañas de concienciación que pretenden hacer entender a los seres humanos la importancia de evitar que muchos de nuestros desechos lleguen al mar, especialmente cuando se trata de plásticos y otros materiales difícilmente degradables.
Además se calcula que para 2050, en esta zona ya habrá más plásticos que peces. Se ha diseñado un plan, consistente en la colocación en los océanos de pantallas que se adhieren al plástico, sin interferir en la vida de los seres que allí habitan.
Los desechos recogidos se enviarán después de vuelta a tierra firme, dónde serán reciclados, dándoles una vida útil, muy lejos de dañar los ecosistemas marinos.