Erróneamente, no mucha gente presta atención a la orientación de un piso a la hora de comprarlo, pero la orientación de una casa y el ahorro energético están estrechamente relacionados.
Cuando se está en plena búsqueda de una vivienda, ya sea para comprar o alquilar, hay multitud de factores que influyen en la decisión: estado de conservación, ubicación, metros cuadrados, distribución, precio. Pero hay un importante detalle que no se suele tener en cuenta y en el que caemos cuando ya es demasiado tarde: la orientación de la vivienda. Un factor que, dependiendo de la zona geográfica en la que estemos, puede influir en nuestra comodidad diaria y en sentir esa vivienda como un verdadero hogar.
Para los arquitectos y diseñadores uno de los factores más importantes en los primeros esquemas de diseño es la orientación solar. Tener una buena orientación puede lograr que no necesites aire acondicionado o calefacción. De hecho, una casa que considere las orientaciones correctamente hasta sus últimas consecuencias puede hacer que no se necesite de sistemas especiales de climatización aunque se encuentre en lugares con temperaturas extremas.
¿Qué orientación es la más adecuada? No es que exista una orientación buena o mala a la hora de disponer una casa, ya que dependiendo de la zona geográfica en la que vivas y de si el clima es más o menos caluroso, podremos elegir una u otra para de este modo aprovecharnos de sus ventajas y de nuestras preferencias.
Una elección correcta nos ayudará a ahorrar energía y, por lo tanto, dinero:
Orientación norte: Esta orientación recibe la luz del sol directamente solo en verano, en invierno nada. Especialmente en las primeras horas de la mañana y en las últimas horas de luz del día. Es recomendable este tipo de orientación en zonas calurosas durante la mayor parte del año. La casa estará más fresca y no será necesario utilizar demasiado el aire acondicionado. Eso sí, la vivienda no estará sobrada de luz en ningún momento del año, al contrario.
Orientación este: Este tipo de orientación también es recomendable para viviendas en zonas calurosas. El sol incide sobre todo a primeras horas de la mañana, hasta el mediodía, durante prácticamente todo el año. El sol en las primeras horas del día no es tan agresivo y durante el día va dejando de dar directamente, lo que provoca que por las tardes esté la casa más fresca.
Orientación oeste: Es una orientación que se adapta muy bien a viviendas ubicadas en climas fríos. La luz del sol impacta en la casa a partir del mediodía hasta el ocaso, lo que se traduce en un aumento de la temperatura en las horas a las que se llega a casa de trabajar, por ejemplo. La casa está más fría por el día, pero más caliente a partir del mediodía.
Orientación sur: Muy recomendable también en zonas donde hace frío la mayor parte del año. El sol da siempre, directamente, durante todo el día y en casi todas las estaciones, excepto en verano. En esta estación da la luz del sol solo en las horas centrales del día.