Este proyecto es el resultado de una iniciativa ciudadana, ubicado en el Museo Semilla, en Chihuahua, México.
Además conjuga elementos de diseño de paisaje, arquitectónico y museográfico; que gira entorno a la agricultura urbana, y la observación de los fenómenos naturales.
El proyecto, el primero en la región, busca sumar esfuerzos a la tendencia mundial en torno a la preocupación de la sustentabilidad urbana, y el cuidado del medio ambiente, a través del conocimiento de la producción de alimentos, y la aplicación de un sistema de diseño agrícola, que se basará en los patrones y características del ecosistema natural, aplicado en el contexto urbano.
En este nuevo territorio experimental destaca la vegetación compuesta por: árboles frutales, flores, aromáticas y pastos dispuestos en masas, entre 5 árboles preexistentes. Utiliza objetos ligeros, hechos a base de madera de pino tratada con aceite de llinaza, acero en color amarillo, policarbonato y cristal. Ahora son dos pérgolas de diferente tamaño que crean el acceso y el foro multifuncional, canteros para el huerto de cultivo, lugar para los deshidratadores y composteros, áreas de descanso, invernadero y el hotel de insectos. En el centro del laboratorio, se encuentra el invernadero: cuerpo translúcido que resguarda al interior, un sistema de hidroponía y acuaponía, incluyendo una gran pecera.
Las formas arquitectónicas, reflejan el carácter colectivo de las actividades que tendrán aquí lugar. Cada actividad creativa y pedagógica, en torno a la agricultura urbana, ha sido articulada en el diseño, pero también se han dejado estructuras y formas abiertas que pudiesen albergar una diversidad de eventos, desde: charlas y conferencias, presentaciones de libros, intercambio de semillas y plantas, talleres de ciencia; o practicar meditación o yoga, en un entorno como el que ofrece este espacio.