Muchos niños piden a sus padres un perro. Tener un perro en casa puede traer muchos beneficios. La relación que un niño pueda desplegar con su mascota le ayudará a construir lazos basados en el respeto. Le genera, además, un enlace con la naturaleza, crea hábitos y fija límites. Si hay cuidado y amor, puede favorecer el desarrollo de la comunicación verbal, no verbal, la compasión y la empatía.
Antes de decidir si conceder el deseo al pequeño, hay que valorar las ventajas y los inconvenientes de tener una mascota en casa, así como analizar el modo de vida de la familia. Por ejemplo, si se vive en un piso pequeño y nadie va a tener tiempo de sacar al perro, mejor no conceder ese capricho.
Desde luego, los beneficios son diversos y de muy diferente tipo. Tener la compañía de un perro es saludable, ya que reduce el estrés y la ansiedad y mejora la autoestima (así que, indirectamente, previene dolores de cabeza y abdominales, alteraciones del apetito o problemas cutáneos).
Otras ventajas son impulsar la sociabilidad del niño, pues normalmente se habla con otros dueños de perros al pasearlo, o proporcionar un vínculo con la realidad para mejorar la estabilidad emocional, desarrollando sentimientos positivos como la aceptación y el respeto de otros seres vivos y un amor sin prejuicios ni condiciones.
De raza o mestizos: cómo elegir
No tiene que ser de una raza determinada, sino que un carácter adecuado puede encontrarse en un perro mestizo o de cualquier raza. Lo importante es que sea:
* Poco dominante. No tiene tendencia a los celos ni presenta problemas si se siente desplazado dentro del grupo. Por ejemplo, no le molesta que el niño agarre sus juguetes o se siente en su cama.
* Paciente y cariñoso. No le tiene que molestar que los chicos griten, salten, corran o invadan el espacio ajeno. Debe tolerar los efusivos abrazos y muestras de cariño.
* Poco territorial. Debe ser tolerante frente a la invasión de su espacio. Por ejemplo, si un niño se acerca a un lugar que el perro considera su territorio, como su lugar de descanso, si el perro es muy territorial y no está bien educado mostrará su rechazo.
* Juguetón. Un perro al que le gusta jugar formará un buen equipo con el niño. Los cachorros de cualquier raza son juguetones, pero también implican más cuidados que un perro ya adulto.
Pero, una vez tomada la decisión de adquirir una mascota para los niños de la casa, la pregunta que se hacen muchos padres es, ¿cuáles son las razas que mejor se relacionan con los más pequeños?