Garantizar la comodidad y la seguridad del bebé debe ser prioritario al elegir el alojamiento de las vacaciones. Sea cual sea el destino elegido, debe cumplir siempre con ciertos requisitos.

Para que las vacaciones en familia resulten estupendas tanto para tu bebé como para ustedes, deben organizarlas bien desde el primer momento. Pregunta al pedriata si pueden viajar con el niño y si les dice que sí, plantéense qué medio de transporte les resulta más cómodo y los pros y contras de cada posible destino. 

Aprovecha que tu bebé aún no va al colegio y no depende de las vacaciones escolares para alargar o acortar sus vacaciones. Podrás aprovechar los precios de temporada baja y evitar las aglomeraciones de esas fechas.

Por tierra, mar o aire

Generalmente la forma más confortable de viajar con niños pequeños es en el propio automóvil. Éste les permitirá llevar todo el equipaje que necesite y parar tanto como les apetezca.

Para que tu hijo no se maree, si ya ha cumplido los 2 años lo más práctico es que pidas en la farmacia algún medicamento contra la cinetosis. Y si aún no tiene esta edad, coloca un limón partido en rodajas en alguna zona del coche (el olor de esta fruta alivia las náuseas).

El avión es otra buena opción. Si el niño es menor de 2 años tendrás que ir con él en brazos y sujetarle con el cinturón de seguridad que te facilite la tripulación (no paga boleto, aunque sí el seguro de vuelo). Lleva algún juguete, la manta con la que suele dormir si tiene alguna, pañales, toallitas húmedas, ropa para cambiarle, biberón y comida. Si se le da el biberón o se le amamanta durante el despegue y el aterrizaje, se evita en parte la presión y el dolor en los oidos del pequeño. El ambiente del avión es muy seco, por lo que es recomendable llevar crema hidratante. Si el viaje es muy largo, las aerolíneas suelen ofrecer un servicio de cunas.

Los principales inconvenientes de viajar en barco con niños pequeños son que se aburren, que se marean y que hay cruceros que limitan el número de niños por pasaje y/o no aceptan a los menores de 2 años. Para evitar estas posibles complicaciones, elige una compañía de cruceros con servicio para niños, tienen niñeras, animación, actividades, etc.

En el tren, si tu hijo ya camina, le encantará corretear por los pasillos, adémas de que las vistas son espectaculares. Y si optan por uno que tenga coche-cama, incluso pueden viajar durmiendo.

Cualquiera que sea su elección de transporte recuerda siempre llevar un reposacuellos, para colocárselo a tu hijo cuando se quede dormido y evitar que le de tortícolis.

Mientras el niño es más pequeño, el alojamiento más recomendable son los hoteles, los departamentos o las casas alquiladas. A medida que el bebé vaya creciendo se pueden tener en cuenta otras opciones como los bungalows, las caravanas e, incluso, el camping.

El destino, según su estado de salud

En cuanto a los destinos, tanto el mar como la montaña son buenas opciones si el niño está sano. En ambos casos se beneficiará del aire puro y de la luz del sol, dos factores que aumentan la producción de las hormonas del bienestar. Es por ello que los niños están más alegres y receptivos cuando hace buen tiempo.

La luz del sol (no el sol directo) ejerce un efecto sedante sobre las terminaciones nerviosas de la piel y el movimiento de las olas genera iones negativos que actúan como tranquilizantes, lo que se traduce en un estado general mucho más reposado.

En la costa la concentración de pólenes es nula. Por eso los alérgicos a las gramíneas están tan a gusto allí.

Por el contrario, si tu hijo tiene asma o problemas bronquiales, el aire puro y seco de la montaña le beneficiará más que el de la costa, porque además de oxigenarle, aumentará su capacidad pulmonar.

¿Qué llevar en la mochila para tu bebé?

Protector solar de factor alto, pañales, toallitas húmedas, cremas, ropa de repuesto, gorra, chupete, sus juguetes favoritos para la playa, agua, comida, toalla, y una cuna de viaje para cuando esté muy cansado/a.

Cómo debe ser el alojamiento para las vacaciones del bebé:

• Lo ideal es recrear al máximo posible el ambiente del hogar, para que el pequeño no se sienta extraño, al tiempo que responda a sus necesidades de sueño y de juego, y que el niño disponga de juguetes familiares, de modo que se habitúe al nuevo ambiente de una forma menos traumática.

• Se puede comprar una cunita de viaje, que resulta muy fácil de llevar (cerrada tiene casi las mismas dimensiones que una bolsa de golf) y que no tiene nada que envidiar a una cuna rígida tradicional.

• Es muy recomendable comprobar y conocer a qué distancia se encuentra el servicio pediátrico más cercano.

Vacaciones con bebé a otros paises

Si viajas al extranjero con tu bebé necesitarán una documentación propia para el menor, en los paises que como adultos tengan que solicitar visado, el proceso para los menores es el mismo. Las autorizaciones de viaje son necesarias si el pequeño viaja con abuelos, otros famliares, amigos o incluso con uno de sus padres si están divorciados.