Dependiendo del diseño de tu cocina, poner el lavabo en la esquina podría ayudar a que tu cocina resulte funcional.

En la cocina al igual que en cualquier otra habitación de una casa el espacio debe ser cómodo, y permitir transitarlo libremente y sin obstáculos. La forma en que se distribuyan los muebles y electrodomésticos en la cocina es vital para aprovechar al máximo el lugar disponible.

Una opción de distribución de cocinas común es en forma de “L” o en “U”, y esta disposición crea esquinas, que pueden resultar incómodas y muchas veces desaprovechadas.

Para poder sacar una mejor ventaja de las esquinas en las cocinas, una interesante opción es instalar allí un lavabo, espacio vital en cualquier cocina.

Una base de lavabo de esquina es un tipo rara vez utilizado de gabinete de base. Los lavabos se suelen colocar bajo una ventana o en una pared baja que mira hacia fuera de la cocina a un comedor o sala de estar. Una base de lavabo de esquina se coloca en un rincón.

Estas bases de lavabo son de 2 tipos: un modelo estándar o diagonal. El modelo estándar tiene la forma de la letra L, con un ángulo de 90 grados en el centro. El modelo diagonal es más ancho y tiene la forma de diamante de 6 lados.

La variedad de artículos que ofrece el mercado permite llevar a cabo esta solución, pudiendo encontrar diferentes diseños de lavabos ideados para esquinas o “esquineros”, que además pueden ser multiusos, y permite descubrir un nuevo concepto de espacio en la disposición de las cocinas.

Los lavabos multiusos, pueden ser con pileta (cubeta o pozo) doble o simple, y poseen variedad de presentaciones, es decir, que no sólo presentan la pileta o pozo, sino que también pueden conseguirse con áreas para escurrir o secar vajilla, verduras o frutas.

Algo a destacar de esta idea de fregaderos, es que no sólo permiten aprovechar la esquina de las encimeras, sino que también el espacio inferior, el de guardado en el armario, que se suele desperdiciar por lo poco cómodo que es.