Una buena opción para crear un ambiente acogedor, fresco y moderno.
Como cualquier accesorio para la decoración del hogar, los cuadros le imprimen un estilo especial a las recámaras, por ello es necesario que definas cuál es el que pretendes crear en el dormitorio a decorar.
Lo más recomendable es que los lienzos para decorar ocupen un punto importante en la recámara, de esa manera llamarán la atención del resto de los muebles o accesorios; lo ideal es colocarlos en la cabecera de la cama, que es el punto focal más atractivo.
Puedes colocar diferentes tamaños de cuadros pero también debes de tener en cuenta que el marco tiene que combinar con los colores de las paredes y la decoración de la habitación. Además, los marcos de los cuadros son importantes para dar ambiente a la recámara, por ello debes elegirlos en cuestión al estilo que pretendas tener.
En cuanto a los colores, si tus paredes son de tonos suaves, los cuadros tendrán que poseer “toques” de colores fuertes o viceversa, también hay que tratar que el cuadro que elijas tenga alguna tonalidad afín con un elemento de la habitación, muebles, alfombras, lámparas, etc.
No todos los cuadros por más hermosos que sean, van a brindar el realce que la habitación necesita; por lo que debes evitar de preferencia los autorretratos, y por ejemplo decora con lienzos abstractos, ya que la imagen de un cuadro figurativo no distrae mucho la atención.
Los cuadros figurativos (incluye paisajes), también brindan el realce necesario. Sólo debemos asegurarnos de que éstos no tengan muchos matices de colores y que guarden cierta monocromía, a menos que las paredes estén pintadas de varios colores, donde el lienzo con cantidad de matices ayude para que sea toda una experiencia la presentación de tu habitación.
Los bodegones también son una buena alternativa para la decoración de la habitación.
Como toque final, si deseas darle un ambiente cálido y placentero a tu cuarto en la noche, lo mejor es iluminar el cuadro o lienzo con un pequeño reflector dicroico, pero que sea de luz amarilla (incandescente), ya que la luz blanca (fluorescente), tiende a gastar o comer la pigmentación, ya sea de cuadros pintados al oleo, fotografía y hasta los muebles de la propia habitación.
Sin duda estos detalles te ayudarán a elegir el cuadro perfecto para tu recámara y lograr un ambiente agradable.