Con las pinturas antigrafiti las paredes siempre permanecerán limpias, elegantes y con su brillo natural.
Uno de los problemas mas frecuentes, principalmente en algunos lugares de la ciudad, son los grafitis en las fachadas, donde adolescentes expresan sus inquietudes y rebeldias ensuciando las fachadas y muros de cualquier vivienda que observan. Como no se puede controlar a los jóvenes y rebeldes la mejor idea es de pintar las fachadas con pinturas antigrafiitis, la cual posee una película protectora en la cual resulta ser imposible pintar. Estas pinturas no son mas que barnices incoloros, que poseen un acabado semibrillante o mate, y una película que imposibilita escribir en ella.
Ya no será necesario luchar con agua y detergente para intentar, sin éxito, eliminar los restos del aerosol. Tampoco productos y disolventes específicos. Con esta pintura cualquier rotulador o aerosol no se adherirá a la pared.
La limpieza y el mantenimiento de las paredes pintadas con este tipo de pintura es mucho mas fácil y rápido, ya que estas permanecen mucho tiempo en perfecto estado. La pintura antigrafiti es un producto hidrófobo y oleófobo, lo que quiere decir que no es muy buen amigo del agua y el aceite, razón por la que el barniz evita que los grafitis se queden en las paredes, haciendo suficiente la limpieza con agua y jabón sobre la superficie, para que el aerosol desaparezca.
Otra de las buenas características de este tipo de pinturas es su fácil aplicación, al igual que con las otras, la pintura antigrafiti se aplica con brocha, rodillo o pistola neumática.
En cuanto a las recomendaciones, dependiendo de la superficie a pintar es que se determinará el número de capas a dar, por ejemplo, si se trata de una pared de hormigón, ladrillo, mármol, piedra o de acero inoxidable lo ideal es aplicar primero una capa de imprimación y luego la capa de pintura antigrafiti para así, asegurar un perfecto agarre del producto. Ahora bien, si la superficie ya ha sido pintada sólo bastará aplicar una capa de esta pintura especial.