El Día de los Derechos Humanos se celebra en diciembre de cada año. Se conmemora que la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptara la Declaración Universal de Derechos Humanos.
‘En definitiva, ¿dónde empiezan los derechos humanos universales? En pequeños lugares, cerca de casa; en lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en ningún mapa. Si esos derechos no significan nada en estos lugares, tampoco significan nada en ninguna otra parte. Sin una acción ciudadana coordinada para defenderlos en nuestro entorno, nuestra voluntad de progreso en el resto del mundo será en vano’. Eleanor Roosevelt
El ‘Día de los Derechos Humanos’, se celebra cada 10 de diciembre, coincidiendo con la fecha en que la Asamblea General adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, en 1948.
Para celebrar el que será el 70 aniversario, se lanzó una campaña con la que se quiere destacar la trascendencia de este documento histórico, que proclamó los derechos inalienables inherentes a todos los seres humanos, sin importar raza, color, religión, sexo, idioma, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, propiedades, lugar de nacimiento ni ninguna otra condición.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo borrador redactaron representantes de distintos contextos jurídicos y culturales de todo el mundo, expone valores universales y un ideal común para todos los pueblos y naciones. Además, establece que todas las personas tienen la misma dignidad y el mismo valor.
Gracias a este documento, que con sus versiones en 500 idiomas, se ha convertido en el más traducido del mundo, y el compromiso de los Estados con sus principios, la dignidad de millones de personas, se ha visto fortalecida, y se han sentado las bases de un mundo más justo. Aunque aún quede camino por recorrer para que las promesas que encierra se cumplan plenamente, el hecho de que haya perdurado en el tiempo, es prueba inequívoca de la universalidad imperecedera de sus valores eternos sobre la equidad, la justicia y la dignidad humana.
La Declaración fortalece a todos, y los principios que recoge, son tan relevantes en la actualidad, como lo fueron en 1948. Se debe luchar por nuestros propios derechos y por los del prójimo. Se puede pasar a la acción en nuestras vidas diarias, para defender aquellos derechos que nos protegen, y así fomentar la unión de todos los seres humanos.
El principio de la no discriminación se complementa con el principio de igualdad, como lo estipula el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: ‘Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos’.