Se ha presentado por primera vez en el CES 2016, el primer prototipo funcional de una verdadera pantalla flexible, capaz de doblarse como si fuese una hoja de papel.
La pantalla enrollable se comporta como si fuese papel, se puede enrollar y doblar, aún siendo un prototipo, ya se va mostrando a donde se dirige el futuro de las pantallas. Aunque las pantallas de este tipo, sobre todo las flexibles, son una de las atracciones de todos los años del CES, se ha conseguido por primera vez una pantalla de 18 pulgadas que se asemeja a lo que se espera, sea una pantalla capaz de doblarse.
En concreto, este prototipo tiene sólo 3 milímetros de grosor, se enrolla sobre sí mismo con una curvatura final de sólo 3 centímetros de diámetro, y cuenta con una resolución de 1.200 x 810 píxeles.
Creado sobre una base de poliamida que ofrece mayor flexibilidad que las estructuras actuales, además de ser notablemente más fina. Adicionalmente, y dado que la tecnología OLED no requiere retroiluminación, el panel es transparente. En teoría, se podrían crear pantallas de este tipo de hasta 55 pulgadas.
No existe un uso final para este tipo de pantallas, tampoco existe un precio o una fecha de lanzamiento. Lo que esta pantalla OLED demuestra, es que la tecnología ha llegado a un momento donde se puede empezar a pensar en productos que en un par de años podrían tener cualquier tipo de forma, o incluso aceptar que se doblen o sean maleables.
Por supuesto quedan muchas dudas sobre hasta qué punto serán resistentes estas pantallas y qué tan caras serán. Lo que está claro, es que si a veces es complicado decidirse por un proyector o una pantalla actualmente, más complicado será en un futuro.