Para satisfacer sus necesidades básicas, primero hay que saber qué es lo que verdaderamente tu pequeño necesita y hacer un presupuesto sobre ello.
Para que estés tranquila cuando tengas a tu pequeño en brazos, es aconsejable que planifiques las compras para el bebé, meses antes de su nacimiento. Así podrás identificar en qué y cómo ahorrar. Claro que los gastos y cómo ahorrar para la llegada del bebé, dependerán mucho del poder adquisitivo de cada familia, así como de sus exigencias y prioridades.
1- En sus primeros meses de vida, el bebé duerme mucho. Lo principal para su descanso es que compres o heredes una cuna, que ofrezca seguridad y comodidad al pequeño. Ya el cambiador, la cómoda, el armario, el sillón, etc., se pueden dejar para comprar más adelante.
2- Otro punto bastante costoso, es la carriola y accesorios así como la silla para el coche. En el primero, debe primar su utilidad práctica de transporte, plegado y bajo peso frente a marca y diseño, y en el segundo, la seguridad. Imprescindible que esté homologada y certificada, que no por ello significa que sea la más cara del mercado, existiendo una variedad muy extensa de marcas en este punto.
3- Es preferible siempre y cuando sea posible dar el pecho a los recién nacidos. La lactancia materna es la alternativa más completa y económica para alimentar al bebé. No obstante, si no se puede, cuando hablamos de escoger una marca o tipo concreto de leche infantil, manda el consejo pediátrico en primer lugar, a la par que la tolerancia del bebé por la leche recomendada. No vale introducir ni la más barata ni la más cara, por los dos motivos anteriores.
4. La ropa es necesaria pero muy perecedera. No solamente les queda pequeña rápidamente, sino que los cambios de estación acortan aún más su periodo de utilización. Normalmente el bebé suele heredar prendas de los hermanos, primos, amiguitos… lo que se agradece. Lo mejor es evitar un gasto excesivo con la ropa para el bebé.
5. Muchas salidas a la tienda terminan con la compra de un juguete, y el gasto acaba acumulándose tanto como las muñecas, autos o animales de peluche que compraste. Los juguetes son elementos para la estimulación del bebé, pero antes de gastar una fortuna en un centro de actividades o un columpio, puedes probar cosas que ya tienen otras mamás que conozcas antes de comprarlas, para ver si le gustan a tu bebé.
6. Los pañales representan un gasto caro y prolongado. No sólo necesitas varios pañales al día desde el nacimiento, sino que los usarás por lo menos hasta que tu hijo tenga ya 2 años de edad. Y probablemente tendrás que utilizar pañal nocturno durante uno o dos años más. Aparte de utilizar pañales de tela y lavarlos tú misma, la mejor manera de ahorrar en pañales es comprarlos en grandes cantidades en tiendas de mayoreo, teniendo en cuenta el desarrollo de tu bebé.
7- Tanto si regresas a trabajar después de tener a tu bebé como si te quedas en casa, habrá muchos momentos en que necesites que alguien cuide del bebé en tu ausencia. Si necesitas cuidado diario durante la jornada laboral, la solución más económica es pedirle a un familiar que cuide a tu bebé. Otras alternativas serían compartir la niñera de tus amigas o hermanas, o buscar una guardería. Antes que mirar los precios debemos confirmar sus antecedentes y que tengamos una verdadera sensación de seguridad plena cuando dejemos allí a nuestros hijos.