El jazz es una forma musical que surgió en el sur de los Estados Unidos, a partir de la población negra que conformaban los esclavos que trabajaban en las plantaciones de tabaco y de algodón.
A pesar de que los esclavos llegados a América del Norte provenían de distintas zonas de África, los elementos musicales de sus culturas de origen, tenían muchos componentes comunes; en particular la característica de la música africana de ser predominantemente rítmica antes que melódica. Participaba asimismo de una característica muy frecuente que, al formarse como cánticos de acompañamiento en el trabajo, sus ritmos seguían los de las tareas.
Era una música que se alejaba de la clásica occidental, no se leía, brotaba de dentro, no se copiaba, se producía en cada momento y contaba mucho la implicación de los intérpretes. El piano ragtime (expresión que alude a la alteración del tiempo de ejecución, equivalente a la síncopa) y las bandas ambulantes son las fuentes más ligadas al jazz primitivo.
En los EEUU hubo esclavos en las colonias del norte, y cuando se necesitó mano de obra en los del sur, comenzaron a poblar estas colonias. Fue de estas poblaciones de esclavos africanos de donde surgen los spirituals, los blues y los primeros sonidos de la música de jazz.
Tras la emancipación de los esclavos, muchos se asentaron en Nueva Orleans y muchos comenzaron a tocar sin formación musical reglada, los blues y los spirituals; pero también en las bandas de la ciudad. Las bandas abundaron en Nueva Orleans y entre ellas se establecieron competencias callejeras. Muchos futuros músicos de jazz tocaron en ellas, aunque eso todavía no era jazz.
No existe una fecha de comienzo del jazz como música definida y autónoma. Se lo suele ubicar entre 1895 y 1917, año en que el término jazz se generalizó y en el que la ‘Original Dixieland Jazz Band’ realizó sus primeras grabaciones.
Esta banda practicaba lo que constituyó una modalidad general en las orquestas de jazz, consistente en la intercalación de sucesivos ‘solos’ de cada instrumento en los que los ejecutantes lucían su virtuosismo; así como la introducción de ejecuciones ‘dialogadas’ en que dos instrumentos ejecutan alternativamente el mismo fraseo, incorporando variaciones o realizando una especie de pregunta y respuesta, que daba como resultado una expresión musical sumamente agradable y pegadiza.
Siendo el jazz una manifestación de libertad y creatividad, este género musical posibilita la auto-expresión, la comunicación entre los músicos y la de éstos con el público. El músico de jazz no se limita a ejecutar fielmente la música escrita por otro autor; más bien, el ejecutante compone espontáneamente su propia versión mediante la improvisación. Expresa, así, sus emociones a través de su voz o de su instrumento y también de su lenguaje corporal, estas emociones son captadas por el oyente y se generan en éste sentimientos afines, y así se establece una profunda comunicación entre los músicos y la audiencia.
El jazz es música de músicos, más que de compositores. Artistas como: Louis Armstrong, Bix Beiderbecke, Duke Ellington, Count Basie, Lester Young, Benny Goodman, Charlie Parker, John Coltrane, Bill Evans, Miles Davis, Thelonious Monk y Wynton Marsalis; son algunos de los referentes ineludibles para cualquier aficionado que se asome al mundo musical del Siglo XXI.